Aire peligroso
SE PODRÍA EXCLAMAR, en tren de chanza, que en República Dominicana hay tanta inseguridad ciudadana que hasta el aire es peligroso.
Pero sí que lo es, y nos lo explica un reportaje publicado ayer por elCaribe firmado por la periodista Diana Rodríguez, que ubica al país entre los diez de la región con más muertes asociadas a la contaminación del aire, un enemigo mundial invisible y silente que mata millones de personas cada año.
No hay estadísticas recientes sobre mortalidad en República Dominicana, pero hay registros que indican que miles de personas mueren por enfermedades respiratorias relacionadas con la mala calidad del aire.
Un informe reciente del Ministerio de Salud Pública, que contó con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud, indica que en la República Dominicana las enfermedades respiratorias agudas ocuparon el primer lugar entre las primeras 20 causas de consultas externas durante el período 2016, 2017 y 2018.
Lo que nos ha disparado las alarmas sobre este tema es una investigación publicada en la revista Environmental Research, hecha por científicos de Harvard y de tres universidades británicas (Birmingham, Leicester y el University College London).
Se destaca que una de cada cinco muertes en el mundo en 2018 se debió a la contaminación causada por emisiones de plantas generadoras, fábricas y vehículos y la quema de combustibles fósiles como carbón y petróleo.
Lo que sucede es que por algunas actividades humanas poco controladas, ciertos contaminantes se infiltran en el aire y generan daños irreversibles a la salud y al medioambiente.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) califica la contaminación atmosférica como el mayor riesgo ambiental para la salud humana y una de las principales causas evitables de muertes y enfermedades en el mundo.
Disminuir los niveles de contaminación del aire debe estar entre las prioridades de todos los países, lo que correría parejo con la reducción de muertes por accidentes cerebrovasculares, cánceres de pulmón y neumopatías crónicas y agudas, entre ellas el asma.
“Cuanto más bajos sean los niveles de contaminación del aire mejor será la salud cardiovascular y respiratoria de la población” indica la OMS.
Lo lamentable es que no disponemos de líneas de investigación bien definidas que estudien la contaminación atmosférica en Santo Domingo.
CARLOS NINA GÓMEZ
LaJuntaCentralElectoral(JCE), tras organizar y montar las próximas elecciones -en sus diferentes segmentos: municipales, congresuales y presidenciales- del 2024, ¿podrán sus ejecutivos proclamar que ha triunfado la democracia? ¿Cuál es la respuesta más adecuada a la compleja pregunta?... ¿Pero quienes están en capacidad de responder con objetividad y apegados a la realidad política-electoral del país?
Precisamente, y en ese contexto, el pleno de la JCE dio a conocer -hace dos semanas- el informe oficial que corresponde al programa de capacitación a su personal.
Es un programa que se ejecuta a través de la Escuela Nacional de Formación Electoral y del Estado Civil (EFEC) y con una Dirección de Gestión Humana.
El evento, que desde ya está en acción, tiene la importante finalidad (ha declarado Román Jáquez Liranzo, presidente de la JCE), de poner a funcionar, de manera positiva y en favor de los nuevos certámenes electorales, el llamado Taller de Atención al Ciudadano y Calidad en el Servicio.
Textualmente Jáquez Liranzo, sin sigzagueos, expuso: “Este programa ha impactado de manera directa a 4,644 colaboradores de los más siete mil con los que cuenta la JCE a nivel nacional e internacional, lo que representa el 62 % de toda su empleomanía”.
La historia reciente (electoral), registrada en el traumático año 2020 -normado por aquella tétrica etapa de la pandemia que trajo el bestial virus del coronavirusocasionó serios problemas en el panorama político dominicano.
Las elecciones presidenciales de ese año, que estaban programadas para el tradicional mes de mayo, tuvieron que posponerse después registrarse serios inconvenientes y agrios debates respecto al proceso de elección.
Los entonces ejecutivos de la JCE estuvieron en aprietos. Fue cuestionado su trabajo concerniente a realizar unos comicios limpios, transparentes y apegados al sistema democrático de República Dominicana.
El presente artículo no profundiza en el análisis sobre la aguda crisis electoral de los convulsionados comicios presidenciales. El país conoce al dedillo esa gris historia.
La JCE de ahora tiene el gran reto de borrar aquella peligrosa crisis y garantizar -y así lo creen los sectores más sensatosque en mayo del 24 tengamos unas elecciones sin traumas, claras, democráticas y que no se filtren visos de fraudes. ¡Eso la sociedad no lo aceptará!
En los últimos meses en países latinoamericanos se han celebrado limpias elecciones democráticas y sin trampas. Honduras, Perú, Ecuador, Chile y Colombia son naciones ejemplos de las más recientes elecciones (limpias) presidenciales.
Así debe ocurrir en nuestro país…¡es el gran reto que tiene la JCE!