En inanición cultural
RECUERDO DÉCADAS ATRÁS que los más notables espacios cafeteros de la calle El Conde acogían tertulias de gente pensante y creativa; que las puestas en circulación de libros eran noticias de frecuencia más o menos bimestrales; frecuentes obras de teatro en el Palacio de Bellas Artes; que teníamos temporadas de conciertos de la Orquesta Sinfónica Nacional, y que las exposiciones individuales de artes plásticas superaban con mucho las bienales colectivas de estos tiempos…(No sé, la verdad… Pero parece que, además de padecer las redes chismográficas, la politiquería barata y los afanes consumistas, el país sufre inanición cultural).