Toni Bernad, ilustrador de fama mundial
Almoina; Luis Alaminos; Enrique de Marchena; Max Uribe; José Rijo; J.B. Lamarche; Guido Despradel Batista; Segundo Serrano Porcela; Manuel A. Amiama; Ramón Fernández Matos y muchos otros que normalmente se publicaban en la página 5. Tomás Hernández Franco, uno de los columnistas decía: “…Hay una especie feliz de hombres desgraciados, que no tienen caricatura. Los moldeó la Vida en una hora bochornosa de sopor. Parece que nacieron todos en la hora digestiva de la siesta y en la aventura de los días se vieron obligados a ser clientes de fotógrafos amables, en los dramas estupendos de esos retratos con la mano derecha sobre la solapa de la americana y la izquierda apoyada, con los dedos tiesos, sobre la irremediable mesita de mimbre o el zócalo imposible de yeso. No se conocieron nunca porque nunca tuvieron caricatura. Se hicieron por dentro lo mismo que por fuera, hombres sin ángulos ni aristas. Uniformes como una llanura y empalagosos como almíbar de dulce casero. El hombre sin caricatura no es ni siquiera feo. El fastidioso y unánime como un vaso de horchata banal y previsto como un domingo, equidistante de sí mismo en todo momento y seguramente su nombre es el mismo que trajo el Almanaque para el día de su nacimiento…” En esta misma página aparecía, en la parte central superior, la viñeta de humor que realizaba el mismo Toni. En la viñeta de Toni aparece Vale Toño como representante del pueblo. Aunque el dibujo es de trazo claro, los personajes no son tan estilizados como los que ya se hacían en esa época para estos fines. Pero algo curioso e importante es que Vale Toño no es una figura grosera, ni siquiera machista. Junto con Petrona, su mujer, hay una serie de diálogos donde se demuestra la igualdad de género en el pensamiento avanzado de Toni.
La Nación, que era “el rival” de elCaribe y de El Listin Diario, desapareció y hoy, ironía de la vida, se “repite” la historia de Toni, pero en el rival. En efecto, el nuevo diseño del diario presenta a sus periodistas y columnistas en íconos del caricaturista del mismo, luego que se percatara de la posibilidad y esperanza de que en Marte haya agua, aunque a él no le llegará hasta aquí en forma de la más mínima lluvia. Imposible que sean caricaturas, aunque se catalogue así por pasar por las manos de un caricaturista como si los aguacates fueran mangos porque los haya cultivado Hipólito. Lo mejor es que hayan pasado de anónimos y así no se sufre la molestia de recibir alguna nominación al Nobel de ilustración.
Como en la Historia muchas cosas se repiten, vuelven cíclicamente, quizás esta guerra de Ucrania nos traiga un grupo de refugiados que nos enseñe a quemar libros, cambiarles el nombre a las pinturas famosas, prohibir a Tchaikovski, marchar a ritmo de bandas militares y gritando como cavernícolas, tatuarnos esvásticas en brazos, cara, cuello, nalgas, piernas, diferente a lo que hizo Toni y sus colegas en los 40.
Los casi 50 dibujos que identifican a elCaribe de ahora, lo coloca como uno de los medios digitales más modernos y sobre todo más creíbles.
Necesitaríamos una página completa con tiras cómicas, como antes, pero que sean hechas por dibujantes dominicanos y latinos, como corresponde, lo que nos aliviaría del tedio de tantos acontecimientos derivados del desquicie y enfermedad mental que ya parece una epidemia.
Vickiana no aparece en estos íconos porque no es cronista como tampoco ocupó el puesto de doña Flérida Mercado, primera madrina de las Águilas, como también lo fue luego Claritza Almánzar.