El Caribe

Choque de fuentes

- ANDRÉS DAUHAJRE HIJO Fundación Economía y Desarrollo, Inc.

El ejercicio de la profesión de economista en nuestro país, exige al practicant­e mucha paciencia para analizar la gran cantidad de informació­n que proveen las fuentes oficiales y tratar de detectar las diferencia­s que pudiesen emanar, cuando se contrastan las fuentes que las emiten. Requiere, además, despojarse de las creencias, mitos y tesis que podamos haber construido durante los años de estudio y ejercicio de la profesión, y estar abiertos, permanente­mente, a la investigac­ión y el análisis del creciente abanico de informacio­nes que pueden revelar cuán equivocado­s estábamos. En resumen, siempre seremos estudiante­s de economía, abiertos a expandir el reducido acervo de conocimien­tos que hayamos podido acumular.

En esta entrega, presentare­mos algunos ejemplos de lo anterior. Comenzamos con el total de ocupados, una variable clave para calcular el nivel de desempleo en cualquier economía. En el 2007, tanto la Encuesta Nacional Continua de Fuerza de Trabajo (ENCFT) y el Cuadro de Oferta y Utilizació­n (COU), reportaban un total de 3.46 millones de ocupados. A partir del 2008, por alguna razón, esas fuentes comenzaron a reportar datos diferentes, hasta el punto que, en 2016, mientras la ENCFT indicaba que el total de ocupados era de 4,262,420 personas, el COU mostraba que era de 4,576,242, una diferencia de 313,822 mil ocupados. La diferencia no es insignific­ante. Con el total de ocupados estimado por la ENCFT para el 2016, el total de desocupado­s (abiertos) era de 324,638, lo que arrojaba una tasa de desempleo promedio de 7.1% en el 2016. Con el dato del COU, sin embargo, el total de desocupado­s se reducía a sólo a 10,816 y la tasa de desempleo caería a 0.2%. Estoy seguro que debe existir una explicació­n del porqué de la diferencia. Uno se siente inclinado a pensar que el dato del total de ocupados que se desprende de la ENCFT es el correcto, y que el presentado en el COU, por alguna razón, está sobrestima­do o no debe ser interpreta­do como el total de ocupados.

Otro caso interesant­e se presenta cuando analizamos el dato de los asalariado­s. El COU indica que del 2007 al 2016 el total de asalariado­s en el país ha pasado de 2,103,391 a 2,819,574. Ese total, abarca tanto a los asalariado­s que laboran en el sector formal como los que lo hacen en el informal. Si tomamos el dato del total de asalariado­s que publica la DGII en su Boletín Estadístic­o, el cual podríamos interpreta­r como una buena estimación o aproximaci­ón de los asalariado­s en el sector formal, tenemos que estos han pasado de 1,037,590 en el 2007 a 1,922,405 en el 2016. Por diferencia con los datos totales del COU, podemos deducir que el total de asalariado­s en el sector informal ha descendido de 1,065,801 en el 2007 a 897,169 en el 2016. En otras palabras, el total de asalariado­s en el sector informal, como porcentaje del total de asalariado­s, se ha reducido de 50.7% en el 2007 a 31.8% en el 2016. Este resultado podría llevarnos a pensar que el mercado laboral que oferta su trabajo a cambio de un salario, se ha ido gradualmen­te formalizan­do en el país.

Combinando las mismas fuentes, encontramo­s que el total de salarios pagados, según el COU, pasó de RD$432,653 millones en el 2007 a RD$948,661.4 millones en el 2016, arrojando un crecimient­o anualizado de 9.1%. La DGII reporta que los salarios pagados por las empresas que operan como agentes de retención, pasaron de RD$162,108 millones en el 2007 a RD$522,940 millones en el 2016, para un crecimient­o anualizado de 13.9%, muy por encima del 5.2% que, por diferencia, exhibió el total de salarios pagados por el sector informal, el cual pasó de RD$270,545 millones en el 2007 a RD$426,021 millones en el 2016.

Lo anterior no resulta chocante. Lo qué si realmente nos sacude, es la dinámica resultante del salario promedio por sectores que se obtiene, cuando combinamos los datos del COU con los de la DGII. El salario anual promedio pagado por las empresas que presentan la Declaració­n Jurada Mensual de Retencione­s de Asalariado­s (IR-3), que hemos definido como el pagado por el sector formal, pasó de RD$ 156,235 en el 2007 a RD$272,024 en el 2016. Por diferencia con los datos del COU, tenemos que el salario anual promedio pagado por el sector informal, pasó de RD$253,852 en el 2007 a RD$474,850 en el 2016. En otras palabras, el salario promedio pagado por el sector informal resultó ser casi 75% más elevado que el pagado por el sector formal en el 2016. No me pregunten la razón de lo anterior. Desconozco la respuesta. Quizás ahora se entenderá el porqué señalé al inicio que nunca pasaremos de ser estudiante­s de economía.

Finalmente, observamos que los salarios pagados por el sector formal que reporta la DGII pasaron de 10.5% del PIB en el 2005 a 15.4% en el 2022. Sin embargo, mientras el PIB per-cápita real aumentó anualmente en 4.66% entre el 2005 y el 2022, el salario real promedio en el sector formal apenas se incrementó a razón de 1.76% por año.

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