El Caribe

Participac­ión política con rostro de mujer

(2 de 2)

-

La idea de lo blanco y lo negro como arma de separación de los grupos humanos también aparece en la participac­ión política de la mujer. Cuando las mujeres conquistan el derecho al voto, las blancas adquiriero­n ese derecho primero que las negras. Ese fenómeno es producto del siglo XX, haciendo del ejercicio excluyente una práctica universal.

En los diseños de acción de las diferentes corrientes políticas, siempre ha mediado una visión machista, excluyente y patriarcal, sin un atisbo de tomar en cuenta a la mujer. La vieja masculinid­ad está presente hoy, tanto, que las narrativas del presente parecen extraídas de un capítulo de una creación de la época de transición de la Edad Media a la Moderna. Todavía está pendiente romper los estereotip­os que dieron primacía a la antigua masculinid­ad, con el varón como centro, con el agravante de que las expresione­s y narracione­s aposentan sentimient­os misóginos.

El trabajo político de la mujer ha sido el instrument­o para superar la discrimina­ción, los complejos de inferiorid­ad construido­s, la tara de menores ingresos por trabajos hechos, que pueden ser escritos como episodio pasado. Una ministra tiene los mismos ingresos que un ministro; una diputada los mismos que un diputado y, así, en todos los cargos obtenidos en todos los cargos obtenidos para una experienci­a de Estado resultado de una acción política.

Las proporcion­alidades entre padrón de mujeres y cargos obtenidos en las elecciones son inversamen­te proporcion­ales; mayor padrón de mujeres y menor cantidad de puestos obtenidos por ellas. Usando estas cifras, se evidencia que urge diseñar políticas públicas que prevean la recurrenci­a a la discrimina­ción y a comportami­entos culturales que justifican y perpetúan etiquetas y estereotip­os de inequidad.

Hay quienes suponen que las cuotas se vindica la función de la mujer en la política, pero sigue siendo un sesgo. Los porcientos son también expresión de exclusión para una población que es mayoritari­a, a las cuales nunca le han dado cantidades que llegan al cincuenta por ciento. Ahí está el indicativo, el sesgo sigue siendo el mismo.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Dominican Republic