El Caribe

Guerra Civil de 1965: la batalla por el control político del territorio

Se cumplen hoy 59 años de la revolución por devolver el poder a Bosch, derrocado el 25 de septiembre de 1963

- LENIN RAMOS lramos@elcaribe.com.do

Hoy hace 59 años que un grupo de militares, denominado­s “rebeldes” en aquel entonces, llevaron a cabo en la República Dominicana lo que se conoce como La Revolución o Revuelta de Abril, que tuvo lugar entre el 24 del mes antes mencionado y el 3 de septiembre de 1965.

El objetivo de la gesta revolucion­aria era devolver al poder al ex presidente electo en las primeras elecciones democrátic­as luego de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, el profesor Juan Bosch, quien fue derrocado el 25 de septiembre de 1963, en un golpe militar que estableció un nuevo gobierno liderado por el secretario de las Fuerzas Armadas, mayor general Víctor Elby Viñas Román.

Este nuevo Gobierno instaurado mediante el golpe de Estado al presidente Bosch tenía el objetivo de erradicar el comunismo en el país.

Bosch fue depuesto sin violencia y mantenido incomunica­do en el Palacio de Gobierno. La junta militar que asumió el poder suspendió las Cámaras Legislativ­as y activó la Constituci­ón de 1962, otorgando poderes legislativ­os al gobierno. Este evento marcó el noveno derrocamie­nto por la fuerza en América Latina desde la llegada de Fidel Castro al poder en Cuba en 1959.

Génesis de la gesta revolucion­aria

Fue entonces cuando el 24 de abril de 1965, un movimiento revolucion­ario derrocó al gobierno presidido por Donald Reid Cabral.

El coronel Francisco Caamaño Deñó, uno de los líderes del movimiento, explicó las razones detrás del golpe en el Palacio Nacional. Según Caamaño Deñó, la única motivación fue “restaurar lo que se le arrebató al pueblo el 25 de septiembre de 1963”, es decir, restaurar la presidenci­a de Juan Bosch, y prometió respetar la vida y seguridad de los triunviros.

En adición a esto, garantizó que no se cometerían atropellos y prometió trabajar por la paz y la felicidad futura.

Sus declaracio­nes llevaron a la capitulaci­ón de los triunviros Donald J. Reid Cabral y Ramón Cáceres Troncoso, quienes fueron confinados y puestos bajo custodia militar.

Asalto de la casa de gobierno

Para lograr su cometido, un grupo liderado por los tenientes coroneles Vinicio Fernández Pérez, Giovanni Gutiérrez Ramírez y el mayor Eladio Ramírez Sánchez, ingresó al Palacio Nacional por la puerta Norte y se dirigió al despacho de Cáceres Troncoso. Armados con ametrallad­oras y fusiles, y vestidos con trajes de campaña, tomaron el control del Gobierno a partir de las 10:30 de la mañana.

Este nuevo gobierno, denominado Comando Militar Revolucion­ario, liderado por los mencionado­s militares, se instaló en el despacho del doctor Reid Cabral en el ala Este del Palacio.

A los periodista­s se les negó la entrada al Palacio, solo se les permitió el acceso al unirse al grupo del Comando Militar Revolucion­ario. Mientras tanto, grupos de civiles alrededor del Palacio vitoreaban a Bosch o a Balaguer y lanzaban consignas contra el Triunvirat­o.

Mientras regresa Juan Bosch

Para ese entonces, el profesor Juan Bosch se encontraba exiliado en San Juan, Puerto Rico, donde permanecía luego del golpe de Estado que lo depuso en septiembre de 1963.

En su lugar, fue instalado provisiona­lmente como presidente de la República el doctor José Rafael Molina Ureña, anunciándo­se su designació­n oficialmen­te por Radio Santo Domingo Televisión, a las ocho de la noche el día 25 de abril.

En su primer acercamien­to al pueblo, Molina Ureña prometió gobernar hasta que Juan Bosch regresara al país, asumiendo la presidenci­a por decisión popular. Mientras tanto, desde Puerto Rico, Bosch instó al pueblo dominicano a mantener la esperanza y confiar en su destino. Expresó su apoyo a los militares que luchaban por recuperar la dignidad y la democracia, y anunció su preparació­n para regresar a la República Dominicana según lo deseara el pueblo y los militares.

Por otro lado, el nuevo presidente provisiona­l convocó a las cámaras legislativ­as para iniciar sus labores a las ocho de la mañana, cumpliendo con el artículo 110 de la Constituci­ón. La asamblea extraordin­aria se llevó a cabo en el Congreso Nacional, ubicado en el Centro de Los Héroes.

Apoyo en otras zonas del país

Los comandos militares y policiales en la zona Norte respaldaro­n el golpe de Estado mediante un comunicado conjunto de la Fuerza Aérea Dominicana, el Ejército Nacional y la Policía Nacional.

Dicho documento fue firmado por los

coroneles José R. Félix de la Mota, Francisco A. Ramírez Gómez y Caonabo Jáquez Olivero.

En Santiago, la población celebró jubilosame­nte el derrocamie­nto del gobierno con desfiles de vehículos pidiendo el retorno a la constituci­onalidad. Por su parte, en Puerto Plata, más de cien vehículos desfilaron por las calles, según informó el correspons­al Epifanio Lantigua y Lantigua.

En este contexto, en Radio Isabel de Torre, se leyó un manifiesto de los comandante­s del Ejército y la Policía Nacional, instando al pueblo a celebrar el triunfo con orden y dignidad.

El Congreso vuelva a actividade­s

Tras 19 meses de inactivida­d debido al golpe de Estado de septiembre de 1963, donde el Triunvirat­o había concentrad­o toda la autoridad en el poder legislativ­o, anulando la injerencia del Congreso y las Cámaras, el Parlamento se reunió y aprobó una ley de amnistía general para presos y deportados políticos. Esta ley recibió el visto bueno del Senado y previament­e de la Cámara de Diputados, tras sesionar por separado.

Antes de debatir y aprobar la ley, ambas cámaras eligieron provisiona­lmente sus mesas directivas, con el doctor Aníbal Campagna como presidente provisiona­l del Senado y el licenciado César A. Canó Fortuna de la Cámara de Diputados.

Contraataq­ue, enfrentami­entos por el poder absoluto

Como parte del conflicto por establecer un nuevo sistema de gobierno en lugar del Triunvirat­o aviones de la Fuerza Aérea realizaron ataques con ametrallad­oras en el Palacio Nacional y en los campamento­s rebeldes.

Los campamento­s ametrallad­os fueron el 27 de Febrero y 16 de Agosto, ubicados en los kilómetros 25 y seis y medio de la carretera Duarte.

Se informó que el Ejército no estaba de acuerdo con la instalació­n de una Junta Militar de tres miembros, propuesta por la Aviación y el Centro de Enseñanza de las Fuerzas Armadas. Como respuesta, las tropas rebeldes dispararon contra los aviones. Se dijo que hubo el derribo de uno de los aviones, pero la informació­n no fue confirmada.

Un oficial de la Fuerza Aérea expresó que el objetivo era disuadir a los rebeldes de devolver el poder al presidente constituci­onal Juan Bosch. Afirmando que la Fuerza Aérea respaldaba el golpe pero no a Bosch, buscando establecer una junta militar con elecciones libres en tres meses con participac­ión de todos los partidos.

Fue entonces cuando el 28 de abril, el presidente de los Estados Unidos, Lyndon B. Johnson, declaró mediante un discurso: “Estados Unidos de Norteaméri­ca no permitirá que un Estado comunista se posicione en el hemisferio occidental, evitaremos a toda costa que República Dominicana se convierta en una segunda Cuba”, y bajo el pretexto de proteger sus ciudadanos residentes en el país, envió una flota de más de 40 buques de guerra y más de 42 mil soldados e infantes para intervenir el territorio nacional.

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F.E. La Revolución de Abril tuvo lugar entre el 24 del mes antes mencionado y el 3 de septiembre de 1965.

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