Atracos a estaciones de combustibles inquietan a empresarios y trabajadores
LA ROMANA. Las estaciones de combustibles se han convertido en el centro de atracción para los antisociales en esta provincia, debido a la gran cantidad de atracos que se suscitan cada día.
Los delincuentes miran estos negocios como atractivos, dado a que en ellos se manejan grandes sumas de dinero. Ya se ha convertido en algo habitual, tanto en horas del día como de la noche, que desaprensivos asalten bombas de combustibles, ataquen a los empleados y burlen a la seguridad de dichos establecimientos.
Algunos no poseen una adecuada protección en relación a los metros cuadrados que tiene el negocio, haciendo más fácil este tipo de delito. Los empleados, al igual que los dueños de estas bombas, son los principales afectados de estos hurtos.
Algunos ya ven esto como un acto normal y lo que hacen es obedecer ante sus opresores, para no tratar que lo sucedido pase a mayores y pongan en juego sus vidas.
Jóvenes que trabajan en una bomba de estación local denunciaron a este semanario los hechos que deben pasar en sus jornadas laborales. “No pasa una semana sin que suceda un atraco o un robo. Algunas veces, los ladrones son tranquilos y sólo piden el dinero; uno no le pone resistencia y le da lo que tiene en manos, pero otras veces vienen otros que le dan golpes a uno y quiere que le entreguen hasta nuestras pertenencias”, indicó un empleado de estos establecimientos que pidió reservas de su identidad.
Afirman que últimamente los atracos a estos negocios han ido en ascenso, y se han registrado hasta 6 atracos en menos de un mes. “La delincuencia está muy fuerte; somos padres de familia; la vida vale más y uno piensa dos veces en renunciar, pero no es fácil trabajar aquí, más si es de noche”, sostiene otro de los afectados.
Estos trabajadores cuentan que se han acostumbrado tanto a este trabajo, que identifican rápidamente quien puede parecer sospechoso para hacer este tipo de asalto y quien no a través de la intuición. Este ejercicio lo hacen cada día en su oficio diario.
“Uno ya sabe más o menos cuando la persona viene con fines de atracarte; uno lo que hace es que hace una seña a la seguridad, para que se mantenga más alerta”, comenta un empleado.
Una de las cosas a las que se oponen es a que supuestamente, cada vez que se produce un robo, se les descuente una cantidad de dinero determinada de su sueldo, lo que afirman les afecta sus ingresos y lo consideran abusivo.
“No puede ser justo que yo tenga que pagar por lo que robó el delincuente; cada vez que roban, descuentan la cantidad entre todos los del turno y eso hace que recibamos menos dinero al momento de cobrar”, sostiene el trabajador.
Otros jóvenes de otra bomba de combustibles denunciaron que no les querían poner seguridad en horas matutinas, afirmando que los antisociales no tienen horarios para atracar. “Reclamamos a la empresa que nos pusiera seguridad en horas de la mañana, porque ya los robos están ocurriendo a cualquier hora y con la presencia de alguien; por lo menos cualquiera lo piensa dos veces para cometer el robo”, afirma un bombero.
Los nombres y rostros de los despachadores afectados por toda esta situación fueron omitidos para evitar represalias en su contra.
Posible solución
El expresidente de la Asociación Nacional de Detallistas de Gasolina (Anadegas) y propietario de una estación de combustibles en esta provincia, Rafael Polanco, ve