Sin comunicación no hay conexión
Más Jehová Dios llamó al hombre y le dijo. ¿Dónde estás tú? Génesis 3:9 Waoooo, al pensar y meditar cómo era en el principio la relación de Adán, la creación y Dios, su creador, me hace pensar que había una comunicación perfecta, directa y sin interferencia alguna, lo que hacía que hubiera una conexión entre ambos que daba lugar a la paz, el gozo, la plenitud y la confianza mutua.
En esa comunicación fluía la vida que daba lugar a una relación verdadera sin hipocresía, miedo ni fingimiento, donde ambos podían ser transparentes y sinceros, y como resultado permanecía la armonía y el orden perfecto en todas las cosas y funcionaban como debían de funcionar; sin lugar a dudas, un verdadero paraíso.
Pero, al Adán desobedecer y pecar, toda esa comunicación se cortó y como consecuencia vino la desconexión del hombre con su creador, el Dios Todopoderoso, y esa relación de la cual una vez fluía la vida y la plenitud, fue frustrada por el pecado lo cual trajo caos, desorden, trastorno, muerte, división y separación; en otras palabras, se desconectó el hombre de Dios, porque sin comunicación no hay relación, no hay conexión.
Y al igual como pasó en el principio del hombre con su creador, hoy día vemos como la falta de comunicación en los hogares, familias, negocios, amigos, hermanos, padres e hijos, madre e hijas, pastores y ovejas, maestros y alumnos, entre otros, ha traído división caos, muerte, desorden, una total desconexión, y cada día parece incrementar causando más y más problemas, crisis, a tal punto que hoy día hay naciones que han dejado de comunicarse con otras. Hay un llamado de desesperación: volvamos a comunicarnos, volvamos a conectarnos.
Dios, nuestro creador, no tolera la división y la separación, por eso el gestó un plan de reconexión y restauración sobre el hombre: envió a su hijo, el postrer Adán, para que a través de su sacrificio en la cruz, el hombre volviera una vez más a comunicarse y conectarse con él, poder tener una relación con la humanidad y establecer perdón y pacto para que el hombre nunca más se vuelva a desconectar de El y pueda vivir eternamente a través de su santo Espíritu, en comunicación con su Abba Padre.
Dios espera que tú restaures tu comunicación con él.