Carpe Díem!!
Vivir puede ser la experiencia más excitante. O la más azarosa del Homo Sapiens. Eduardo Punset, reconocido divulgador científico español, cuenta que una vez caminando en New York leyó en la pared de una estación de tren, un graffiti que decía: Hay vida antes de la muerte.
El tema acerca de si hay vida después de la muerte, ha torturado la mente del ser humano desde su origen. A su vez, ha sido materia de discusión por todos los grandes pensadores de la humanidad como Sócrates, Aristóteles, Voltaire, Nietzsche, Heidegger, entre otros.
Sin embargo, a pesar de que aparentemente sabemos que hay vida después de la muerte, en realidad la mayoría vive aterrado con la muerte, y distanciado de la ale- gría y disfrute de vivir antes de la muerte.
¿Qué has hecho hasta ahora durante tu vida? ¿Has disfrutado una aurora, o una puesta de sol? ¿Te has deleitado con el canto de un ruiseñor en la noche? ¿Has disfrutado el golpeteo de las olas del mar sobre tu cara? ¿Se eriza tu piel al escuchar una sinfonía de Beethoven, Haendel, Vivaldi, Bach o Mozart? ¿O un merengue o bachata de nuestros más connotados expositores? ¿Brillan tus ojos y tú cuerpo se enerva ante la presencia del ser amado? ¿Se cierran tus ojos al besarla? ¿Sientes música en tus oídos y revolotean tus emociones al escuchar los versos o prosas de Neruda, Mistral, Rubén Darío, Márquez, Dostoievski? ¿Disfrutas una suculenta y apetecible comida, o el sabor incomparable de la bebida de los dioses?
¡Hay tanto por qué vivir, que parece irrisorio pensar en la muerte!. Mucho menos en la vida después de la muerte. Hay tanto por qué vivir, tan poco por qué morir, que recurro a la locución latina acuñada por el poeta romano Horacio: Carpe Díem, quam mínimum credulam postero: “Aprovecha el día, no confíes en el mañana”.