La familia de Caballito espera una respuesta
Tras haber pasado siete meses de la muerte del conductor Juan Rosario (Caballito), en un hecho que se atribuye a un suicidio, pero que sus familiares mantienen la duda de que no haya sido así, por el carácter alegre y afable de su pariente, las investigaciones están en la fase final, de acuerdo a las informaciones ofrecidas por el fiscal del Departamento de Homicidios de La Altagracia, Dennys Leonardo Guerrero.
Caballito, como sus allegados le llamaban, trabajaba en la empresa La Monumental, además de secretario de Relaciones Públicas del Sindicato de Choferes del Transporte Turístico (Sichotrature), y la madrugada del 18 de junio de 2018 fue encontrado supuestamente pendiendo de una cuerda en uno de los autobuses, en el sector Friusa.
Sin embargo, pese a lo que pudo describirse como un suicidio, de inmediato tomó otro matiz, debido a que el cadáver supuestamente fue descolgado y enviado a una funeraria en la zona turística, sin que aparentemente se haya presentado el médico legista.
Aunque a diario los medios de comunicación reportan hechos de fallecimientos por suicidio u homicidio a nivel nacional, muchos no toman notoriedad y las investigaciones pasan sin pena ni gloria, debido a que los deudos directos no hacen el seguimiento. Este caso es diferente, ya que han sido los familiares quienes mantienen el interés de que el Ministerio Público concluya las investigaciones, ofrezca las informaciones concluyentes, y en caso de no haber sido un suicidio, tome las acciones de lugar.
Como medio de comunicación nos hemos mantenido al tanto de este hecho, dado la atención que mantienen los familiares más cercanos de la víctima, quienes temen que su deceso haya sido provocado.
Nos satisface contar, aunque sea siete meses después, con la primera respuesta que oficialmente ofrece el Ministerio Público, en tanto que al final de este mes se estarían concluyendo las investigaciones y que se darán a conocer las conclusiones, pues es lo que manda para tranquilidad de los familiares y de la sociedad en sentido general.
Lo que toda sociedad aboga es porque las autoridades cumplan con su deber de investigación y administración de justicia, pues con el fallecimiento de manera violenta de un ser humano, son muchas las dudas que hay que despejar para la tranquilidad de los deudos, así como para que sean castigadas las manos que hayan estado involucradas, si así fuere.