DELICIAS CALLEJERAS EN LA ARGENTINA
Apesar de que comer sobre la marcha no es tan habitual en la cultura gastronómica argentina (los argentinos son famosos por sus largas sobremesas y por dedicarle tiempo a la comida), sí existe una amplia variedad de opciones de cocina callejera. Carnes, sándwiches, dulces y una variedad de emblemáticos bocadillos salados son algunas de las delicias que se pueden degustar en determinados locales y barrios que agregan mesas y sillas en contubernio con ese gusto argentino por la socialización. Algunas de las más populares de estas comidas callejeras son el choripán o “chori”, como se le llama cariñosamente. Considerado el sándwich argentino más popular, es esencialmente una salchicha, hecha en un 70% de ternera y un 30% de cerdo, cocinada a la parrilla que se sirve entre dos piezas de pan fresco y se suele condimentar con la sabrosa salsa chimichurri. El lomito, por su parte, es un sándwich de bistec que se asa en una plancha de hierro fundido, se remata con tomates, lechuga, cebolla, chimichurri, mayonesa, huevo frito, jamón y queso fundido. Ha sido llamado el “Rey de los bocadillos de comida rápida” y no puede dejar de mencionarse que está elaborado con la carne por la que Argentina es famosa. Otras de las más reconocidas comidas callejeras argentinas son las empanadas, masa rellena con una selección de carne, pollo, queso y otros ingredientes que varían de acuerdo a la región del país donde se prueben. Se pueden hacer al horno o fritas y cada provincia se enorgullece de preparar la mejor. Probablemente originario de Turín y traído a Argentina por inmigrantes italianos, el sándwich de miga, popular sándwich de pan blanco argentino, se elabora con pan en rodajas finas con la
corteza y los bordes cortados y se rellena con una variedad de jamón y queso, huevos, mayonesa, aceitunas y jamón, atún y más. También puede llevar ingredientes como jamón crudo, pastrón o anchoas. Otra influencia italiana en la comida que se sirve al paso o de parado es la pizza. De ellas se pueden encontrar todos los estilos, desde la de mozzarella hasta la napolitana, pero la fugazzeta es una pizza de puro estilo argentino, su masa delicada y sabrosa y el queso untuoso cubierto con mucha cebolla, la hacen única. El sándwich de bondiola -también conocido como bondiopan- le pelea un poco la popularidad al choripán. Rodajas de carne de cerdo asada, servidas sobre pan estilo baguette, rociadas con jugo de limón. Pueden disfrutarse de dos formas: aderezado con salsa criolla, una mezcla de tomates y cebollas picados o salsa chimichurri, o con queso, papas fritas finamente cortadas o un huevo frito. Un pancho es la versión argentina de un hot-dog. Para una mayor profundidad se puede espolvorear con papas fritas finamente cortadas llamadas lluvia de papa o “lluvia de patatas” y cuantas más coberturas agregue a la salchicha más se estará acercando a un “Super Pancho”. Hay varias salsas que acompañan a este platillo, la más popular es la salsa golf, que es esencialmente una mezcla de mayonesa, mostaza y ketchup. El sándwich de milanesa es otro de los platos heredados de la influencia italiana en la cocina argentina. En su forma más simple, la milanesa es una rebanada fina de carne de res cubierta con pan rallado que se sirve entre dos rodajas de pan blanco y se acompaña con lechuga, tomates y mayonesa, aunque también pueden encontrarse otros tipos de milanesas elaboradas con pollo o pescado. Otra de las delicias callejeras es una torta de harina de trigo que se hornea en una parrilla con carbón. Se sirven sencillas o rellenas de jamón y queso, y son muy apreciadas entre los argentinos y los turistas. Por último hay que mencionar las garrapiñadas, bolsitas de maní caramelizado, que se hacen y se venden en la calle. Dulces y crujientes y con un aroma delicioso son un snack perfecto mientras se recorren los atractivos turísticos de Buenos Aires.