Tucumán y las maravillas del mundo rural

CON EL ESTABLECIMIENTO DE 30 HOTELES/ESTANCIAS EN FINCAS AGRÍCOLAS Y EDIFICACIONES ANTIGUAS EN TODA ESA PROVINCIA DE ARGENTINA SE BUSCA IMPULSAR UN TIPO DE TURISMO GESTIONADO POR COMUNIDADES CAMPESINAS, QUE LE PERMITE AL VISITANTE CONOCER

E INTERACTUAR CON COSTUMBRES ANCESTRALES

Probablemente para muchas personas la ciudad de Tucumán, en Argentina, ocupa un sitial privilegiado a nivel internacional por diversas razones: por ser la cuna de la cantante Mercedes Sosa, la más grande exponente del folclor argentino; por albergar Los Quilmes, el segundo asentamiento arqueológico más importante de América del Sur; por sus limones, ya que es el primer exportador mundial de ese cítrico; o por tener uno de los museos históricos más llamativo de la tierra del tango, pues la Declaración de Independencia fue una decisión tomada precisamente en el Congreso de Tucumán.

Además de todo eso, ahora habrá que agregar a la lista de tesoros de la provincia sus potencialidades para convertirse en adalid del Turismo Rural Comunitario, una modalidad gestionada por comunidades de pueblos originarios y campesinas, que le permite al visitante conocer costumbres ancestrales y realizar faenas propias de esa forma de vida.

Así lo dio a conocer Sebastián Giobellina, Ministro de Turismo de Tucumán, en la pasada edición de FITUR, donde se presentaron los primeros resultados de esa experiencia, avalada por la instalación de 30 hoteles/estancias rurales que funcionan en fincas agrícolas y edificaciones antiguas en toda la provincia.

El Turismo Rural Comunitario fue la principal motivación que condujo a aproximadamente 20 000 turistas a visitar Tucumán, también conocida como Jardín de la República, a lo largo de 2018. Esa modalidad se ha convertido en una alternativa económica para las comunidades rurales, pues les permite generar ingresos complementarios.

A pesar de ser el territorio más pequeño de Argentina, Tucumán es la más avanzada industrialmente. Con una acertada gestión y el accionar bien intencionado han logrado encantar con las maravillas del mundo rural a visitantes nacionales y foráneos.

Un nuevo levamiento desarrollado por el metabuscador de vuelos y hoteles Viajala muestra que fue uno de los destinos que más creció en cantidad de búsquedas. La cifra concreta de incremento ronda el 620%, según los datos consultados en la página oficial del Ministerio de Turismo de esa urbe: https:// www.tucumanturismo.gob.ar.

Las atracciones, sin dudas, son muchas. Pero las que más gustan a los visitantes son

la Ruta del Vino, que a lo largo de la conocida Ruta Nacional 40 reúne 18 bodegas; y el yacimiento arqueológico Los Quilmes, el segundo más significativo de América del Sur después de Machu Pichu, en Perú. Los añejos viejos potreros jesuíticos impregnados de historia, arquitectura y ocupados por afamadas queserías, constituyen paradas inevitables. En tanto, como un lugar detenido en el tiempo describen a Amaicha del Valle, otro de los mágicos espacios del Jardín de la República. El verde de los cerros de Choromoro se dibuja en el paisaje como una promesa de bienestar, y el abanico de posibilidades se completa con la Ruta del Artesano.

No es cuestión de azar que actualmente haya 90 frecuencias aéreas con el resto del país, una abismal diferencia si tenemos en cuenta las 12 que existían en 2012, solo con Buenos Aires. Las cifras no mienten. Tucumán está comprometido con el desarrollo del turismo rural y ha demostrado que compartir la rutina no es sinónimo de tedio, sino un sano viaje de descubrimiento.

Las atracciones que más gustan a los visitantes son la Ruta del Vino, que a lo largo de la conocida Ruta Nacional 40 reúne 18 bodegas con vinos confeccionados a más de 2 000 m.s.n.m; y el yacimiento arqueológico Los Quilmes, el segundo más significativo de América del Sur después de Machu Pichu, en Perú