Terrorismo es cruel estupidez
Los actos terroristas de la organización Estado Islámico continúan. El ataque en Barcelona indica que los fanáticos musulmanes tienen mayor facilidad operativa en Europa, sin que ninguna de esas acciones muestre que hayan debilitado los estados blanco de sus acciones.
Sin embargo, el EI aumentó, según reportes de inteligencia occidental, el apoyo hacia esa organización de jóvenes europeos inclinados hacia esa confesión religiosa, sobre todo, luego de la guerra civil de Siria.
Únicamente la ceguera política puede hacer creer que mediante el terrorismo se puede alcanzar alguna victoria militar, pero los yihadistas usan las acciones como demostración de fuerza y apoyo entre fanáticos del exterior.
El EI es una variante de Al Qaeda. El inspirador de esa estructura fue combatiente contra los rusos en Afganistán y mantuvo contactos con Osama bin Laden, aún después que este último rompiera vínculos con la CIA y los norteamericanos.
Los musulmanes dijeron en su momento, que Afganistán sería el Vietnam ruso. Esa victoria los envalentonó y por eso pretenden hacer una variante más ambiciosa: crear un califato unificador de todos los países musulmanes. Es decir, una especie de imperio islámico.
Los integrantes del EI se declaran ortodoxos de la fe islámica y, en sus operativos por todos los países que invaden o actúan, reprimen a personas de otras religiones y a quienes califican como falsos musulmanes. En julio pasado el EI fue desalojado de Mosul, una importante ciudad iraquí que tenían bajo su control. Fuerzas combinadas de Irak, Estados Unidos, Francia y el Reino Unido atacaron las posiciones de los musulmanes yihadistas asegurando el control de la ciudad.
No obstante, aún se registran acciones de resistencia esporádicas y el EI mantiene operativos por otras zonas del mundo árabe, incluyendo Siria y Turquía.
La geopolítica genera que los países líderes que disputan por el control del petróleo se confronten, pero también son capaces de pactar por el bien común. Así como hubo alianzas militares occidentales contra Saddam Hussein, ahora se realizan acciones de persecución y combate contra el para perseguir al EI, una estructura guerrillera que se dilata por el mundo árabe. Dicen que el EI tiene y vende petróleo, pero ningún país es objeto de coerción por comprarle combustibles.
La estrategia aparente del EI con el terrorismo es generar odio hacia el islam, para antagonizar un mundo que parece encaminarse a otra Guerra Santa, esta vez con la participación rusa.