Inversión de impacto, receta económia en Argentina
Inversiones responsables que buscan un impacto positivo para la sociedad y el medioambiente, además de un retorno financiero, es la receta económica que implementará el Gobierno de Buenos Aires para tratar de paliar el problema del desempleo juvenil en el sur de la ciudad.
Con esta fórmula funciona el mercado de inversión de impacto que, entre otros productos financieros como fondos de inversión, también incluye los Bonos de Impacto Social (BIS) que vinculan al sector privado con el poder público.
A través de ellos se obtiene financiación para desarrollar un programa que resuelve un problema concreto y, en función de los objetivos logrados, el sector privado recibe un retorno financiero proporcionado por el poder público.
Esta es la opción que eligió el gobierno de Buenos Aires bajo el nombre “Vínculo de Impacto Social”, con el fin de resolver la situación de desempleo juvenil que afecta a personas de entre 17 y 24 años del sur de la ciudad.
“Es una herramienta con la que podemos buscar soluciones alternativas a problemas tradicionales y, como Gobierno, no tenemos que hacer necesariamente el desembolso inicial”, explicó a Efe Adolfo Díaz Valdez, director de Planificación Estratégica del Ejecutivo porteño.
Aunque todavía están definiendo los criterios y los objetivos del programa, Díaz espera recaudar unos US$30 millones para ayudar a 3,000 jóvenes argentinos en el primer trimestre del 2018. Hasta la fecha, hay 15 BIS en curso en América Latina, según un informe elaborado por la consultora Acrux Partner.
La región constituye el cuarto destino de inversiones en el mundo y representa 9% del mercado de inversión de impacto, que genera US$114,000 millones de activos mundialmente.
Brasil, México, Colombia y Perú son los destinatarios de la mayor parte de esta inversión, mientras que Paraguay, Argentina, Chile y Uruguay están dando los primeros pasos para potenciar este mercado.
En este contexto, Argentina figura entre los más rezagados, con un mercado de impacto pequeño pero en crecimiento, según concluyó la investigación.
“Estamos empezando a ser parte de esa conversación internacional en lo que hace en inversión de impacto y cómo podemos atraer parte de ese capital a las oportunidades que hoy por hoy existen en nuestros países”, aseguró a Efe la directora de Acrux Partner, María Laura Tinelli.
Con este objetivo, surgió en 2016 el Grupo de Inversión de Impacto en Argentina (GdTA), Paraguay y Uruguay, que involucra actores del sector financiero, corporativo, organizaciones de la sociedad civil, academia y empresas de triple impacto.