Bosch y el CP
El Comité Político del PLD confirmó su reunión de este lunes, y aunque la agenda de ese encuentro, como siempre, constituye un secreto de Estado, por lo menos se adelanta que fijará una posición definitiva sobre la nueva ley de partidos políticos y que asistirán los miembros de ese organismo imputados en el caso Odebrecht. El Comité Político, como veremos más adelante en una carta que me envía Aurelio Guerrero -fundador de ese partido-, sigue siendo un organismo funcional, cuando quiere serlo, como no existe en ninguna otra formación partidaria dominicana. Además, sus resoluciones son acatadas sin ninguna objeción por muy contradictorias que resulten cuando se les confrontan con sus principios fundacionales.
Hay que recordar que Bosch fundó el PLD con un nivel de mando piramidal para distanciarlo lo más posible del partido que abandonaba, el PRD, que ha sido siempre una olla de grillos donde la indisciplina interna ha sido causante de sus múltiples divisiones, grietas y fracturas de gran calado a lo largo de su historia de 76 años. Esa disciplina regia con que don Juan fundó el PLD se fue resquebrajando con el proceso de cambios que sufrió ese partido a partir de su llegada al poder en 1996 y la masificación que experimentó en los años subsiguientes. Era lógico que ocurriera como condición inevitable para convertirse en la maquinaria electoral que es hoy. Pero aún así, el Comité Político controla toda la estructura del partido, y aunque los demás organismos son infuncionales –el Comité Central apenas se reúne de tiempo en tiempo para resolver nada–, sus principales autoridades todavía son respetadas y se les reconoce voz de mando.
La carta de Aurelio
“En el año 2015 el Partido de la Liberación Dominicana parecía una caldera en ebullición que amenazaba explosionar en un momento cualquiera, y el Congreso Nacional era su caja de resonancia.
“El presidente del Partido parecía encabezar la rebelión de quienes se oponían a una modificación a la Constitución de La República… Hasta que intervino el Comité Político. “El Presidente Leonel Fernández declinó, los más aguerridos legisladores claudicaron y las aguas volvieron a remansar. Se impuso la modificación constitucional, el Presidente Danilo Medina y su partido reeditaron un nuevo mandato, y todos se mantuvieron en el Poder. “El comité político del Partido de La Liberación Dominicana es respetado de manera solemne a lo interno de la organización. Aun cuando alguno de sus integrantes pueda olvidar sus compromisos éticos, las decisiones de este organismo se consideran como la voluntad concentrada de la mayoría de sus miembros, el fruto de la ponderación de sus aristas y el interés supremo del partido y del país”.
La proceridad de Bosch
“Se sabe que Juan Bosch fue un prócer de La República, con un peso en la sociedad y en su Partido derivado de sus condiciones intelectuales excepcionales y su dimensión histórica y moral; pero el fundador de la organización siempre insistió en que el PLD era un Partido de organismos y que en todos los casos las posiciones de los individuos estaban subordinadas al interés y a las decisiones tomadas de manera democrática por la mayoría en el organismo de que se tratara incluyendo el Comité Político al que él pertenecía. “De suerte que esa es una ventaja muy especial y decisiva que tiene el Partido de La Liberación Dominicana. “Porque manteniendo una posición privilegiada en el aprecio público y a los líderes mejor valorados, posee un supra organismo con claridad de mira y la autoridad para hacer prevalecer lo que entienda más conveniente para el interés general del partido y del país. “Recibe mis saludos más afectuosos, amigo César… Aurelio Guerrero”.