TRUMP GOLPEA
A INMIGRANTES
AGUARIONEX ROSA l eliminar el programa de Acción Diferida (DACA), el presidente Donald Trump ha echado a un lado el grito de millones de inmigrantes de los Estados Unidos para que se apruebe una reforma migratoria que ponga fin a la incertidumbre que quiso solucionar el expresidente Obama.
Con su decisión el presidente Trump asesta un golpe a México, cuyos casi 800,000 “soñadores” que viven o estudian en los Estados Unidos serán los más afectados, pero a la vez tira al piso uno de los programas más importantes de Obama y los demócratas.
Por eso, el expresidente le llamó “cruel” al anuncio presidencial que ha dado seis meses de plazo al Congreso, contra el sentido común de los contribuyentes que han sido encuestados y de las empresas, para formular una nueva ley.
A la República Dominicana le afecta mucho la decisión puesto que miles de estudiantes cursan carreras universitarias, algunos en condición de ilegalidad. La deportación de todos esos estudiantes que el Estado dominicano no puede proteger, es un gesto inamistoso.
Nada podrá hacer México si de aquí al año que viene se pone en práctica la deportación masiva no solamente de los “soñadores” que creyeron en el sueño americano, sino también de millares de presos con condenas cumplidas o a término.
La agenda de Trump con México comenzó durante la campaña cuando prometió que ese país tendría que pagar por un muro que se propone levantar entre los dos países. Aunque México ha respondido con firmeza y diplomacia que es una presión grande al comercio bilateral.
La palabra “cruel” que utilizó Obama, la tomó también Mark Zuckerberg, jefe de Facebook, al considerar la decisión equivocada, “particularmente cruel ofrecer el sueño americano a gente joven, animarles a salir de las sombras y con- fiar en nuestro gobierno, y después castigarles por ello”.
Al dejar el caso en manos del Congreso, Trump está seguro que no habrá un acuerdo que satisfaga su decisión muy largamente expuesta durante la campaña, de sacar del país a millones de personas ilegales, bajo el alegato de que son criminales, violadores y drogadictos.
Durante la brega de los seis meses, que provocará muchas manifestaciones en todo el país en los primeros días del inicio del año lectivo, Trump podría negociar que a cambio de una reforma migratoria que favorezca a los “dreamers”, el Congreso erogue fondos para el muro.
La propuesta, que tiene un alto contenido de inmoralidad, sugiere un dando y dando, pero la misma ha sido rechazada sin discusión por los demócratas, que mayoritariamente, repudian la construcción del muro con fondos públicos. También por algunos republicanos.
Casi pleno empleo
Uno de los supuestos del presidente Trump es que los inmigrantes sin papeles están destruyendo la economía norteamericana, pero al mismo tiempo se ha jactado de anunciar, tras los informes económicos recientes, que el país está en pleno empleo.
En Ligonier, Indiana, hay tantos puestos vacantes en esa economía casi pastoril, que quien lleva a un empleado a una industria de cualquier tipo, recibe como gratificación 150 dólares, suficiente para llenar la canasta obligar al gobernante coreano a conciliar con los Estados Unidos.
México, que busca ablandar la posición de Trump dio un paso inusual en su diplomacia, la expulsión del embajador norcoreano King Hyong Gil, en protesta y rechazo de las actividades nucleares del país asiático, pero más bien un quiño amistoso hacia el régimen de Trump.
El paso del huracán Harvey que devastó toda el área de Houston, Texas, e Irma, que azota el fin de semana a La Florida como de categoría mayor, obligará al gobernante a buscar fondos desde donde no hay para FEMA, la entidad de mitigación de daños.
En el frente interno todavía está pendiente la agria ruptura con el exdirector del FBI, James Comey, quien le plantó cara, se puso en su sitio y le dijo que solamente debía lealtad a la ley y a la Constitución del país.
También le renunció el exasesor de seguridad, Michael Flinn, quien simplemente recogió su portafolio y se fue. Dos voceros de prensa han renunciado y otros funcionarios de todos los niveles, notablemente en el Departamento de Estado.
Al gobierno de Trump le esperan grandes manifestaciones en todo el país luego de su decisión, y la de 15 estados y el Distrito de Columbia, la capital, de no aceptar la deportación de inmigrantes y niños nacidos en el país, sin antes ir a los tribunales.