Turismo es un sector que trasciende lo económico
REALIDAD. A TRAVÉS DE ÉL TAMBIÉN SE PUEDE AYUDAR
(+) Fundación Un Mundo Mejor Para la Niñez Desamparada surge para dar respuesta a la cantidad de niños desamparados dispersos en Higuey.
Los aportes del turismo al bienestar de los dominicanos trascienden las cifras económicas. Aparte de contribuir con el 17% del PIB de República Dominicana en el 2016, allí donde llega el turismo también toca proyectos de bienestar social y humanitarios.
Este es el caso de la Fundación un Mundo Mejor Para la Niñez Desamparada, hogar que tiene 15 años acogiendo a niños abandonados en las calles de Higüey y que se mantiene en buena medida por los aportes que realizan los turistas y algunas cadenas hoteleras, pues no tiene asignación del Estado.
Los directivos de la fundación afirman que algunos turistas piden espontáneamente a choferes de taxis que los lleven a una institución de ayuda social para poder contribuir. Así han recibido ropa, televisores, libros y otros artículos.
Esta fundación surge para dar respuesta a la cantidad de niños desamparados dis- María de la Rosa y Nieves Santos cuentan que han enfrentado muchos momentos difíciles, pero lo más angustiante es pensar en la posibilidad de tener que cerrar el albergue. “Hemos estado en este local por 11 años sin pagar y agradecemos mucho a la dueña, Ermelinda Carpio. Pero ya necesita su local”, dice Santos. persos en Higüey. En el 2002, el pastor César del Rosario motivó a su comunidad a crear un refugio para esos infantes. El primer niño que acogieron fue rescatado de un cabaret en Verón y hasta hoy han dado cobijo momentáneo Tienen un plazo de un año para mudarse. La organización Children’s Home de Texas ha ofrecido construirles dos pabellones gratuitamente, pero deben conseguir 2,000 metros de terreno. Ya les han donado 500 y dado un precio especial para adquirir los otros 1,500 pero necesitan recaudar el dinero. Están confiados en que estos niños no quedarán en la calle. o permanente a 55 infantes. Cuatro personas colaboran continuamente en el hogar de acogida: Nieves Santos, María de la Rosa, César del Rosario y Marie Inmaculade Alexandre, que es la madre residente.