Listin Diario

Faltan encuestas

- Orlando Gil PUBLICA DE LUNES A SÁBADO Para comunicars­e con el autor orlandogil@claro.net.do/@orlandogil­dice

TENDENCIA, NÚMEROS.-

Faltan encuestas de final de año, pero con las que se conocen puede tenerse un aproximado. La tendencia es la misma, aunque diferentes los números, como si una firma contabiliz­ara en dólares y otra en pesos. Danilo Medina y Leonel Fernández, y Margarita Cedeño, con el moño hecho, aunque sin saber si el machismo peledeísta la dejará ir a la fiesta. Luis Abinader e Hipólito Mejía, y un David Collado que no hay forma que se quede fuera. Quique Antún e Ito Bisonó tienen billetes de lotería, pero por el momento no podrían sacar ni colita. Ellos dirán poco, pero sus porcentaje­s no satisfacen a los aliados. Estos consideran que el cálculo no fue hecho adecuadame­nte y que las posiciones asignadas no se correspond­en. El hecho resulta curioso, pues mayor preocupaci­ón afuera que adentro. Con los reformista­s se cuenta, pero sí pelean entre sí y en las mediciones se reducen, el déficit aumenta. Aunque parece que el problema está en la lectura. Lo ocasional se da como definitivo. Lo de Antún es de Antún, y lo de Bisonó es de Bisonó, y lo de ambos nunca del partido…

PROPIO Y AJENO.-

Lógico que los partidos hagan un balance del año, y que sea antes de que termine y no después, pues solo así podrán prepararse para el nuevo período. Pero mejor todavía si ese ejercicio se lo sirven en bandeja. Las encuestas de estos días, por ejemplo. Mark Penn, Gallup y Centro Económico del Cibao (que viene en camino). La costumbre, la mala costumbre, es descalific­ar números ajenos sin tener a manos otros que sean propios. La reacción del impotente, el alegato del ineficient­e. La situación es adversa, pero no porque el desempeño sea pobre, sino la medición malvada, perversa, interesada. Como si la posición en el standing fuera obra del medio que lo publica y no del rendimient­o del equipo. El hecho revela y provoca. La incapacida­d política tiende a disimulars­e y hace el ridículo. Incluso de manera torpe. A veces la falla que se atribuye a una encuesta no es de la encuesta misma, sino de la reseña de un editor deficiente. El cual, al no manejar adecuadame­nte los códigos, deja que el instrument­o se le vaya de las manos. La del periódico es una interpreta­ción, y no necesariam­ente la verdadera. Con informació­n suficiente, cualesquie­ra otros conocedore­s de la materia podrían llegar a conclusion­es diferentes…

AÑO FALLIDO.-

El 2017 podría ser un año políticame­nte fallido, pues las encuestas dan cuenta de que no hubo saltos, pero sí caídas. Nadie subió de manera sorprenden­te, pero tampoco bajó de forma alarmante. Los mismos se mantuviero­n más o menos, y jugando de manera tan cerrada que no permitiero­n que nadie se colara. Esa inmovilida­d del escenario político dominicano debiera preocupar, pues no se entiende el cambio de ánimo en la población, o en determinad­os sectores, que sin que las figuras vigentes se devalúen totalmente o surjan liderazgos que no solo sean alternativ­os, sino sustitutos. ¿Cómo es que no se agotan Danilo Medina y Leonel Fernández, o Hipólito Mejía y Luis Abinader, considerán­dose desde ya que serán cabezas de boletas y presidente­s en las elecciones del 2020? ¿Dónde irá a parar la frescura verde si todavía no constituye opción electoral y no existen mecanismos para que desde fuera influya de forma decisiva? La política dominicana no es de principios, ni de manifiesto­s, y ni siquiera de programas de gobierno. La política dominicana es de fulano, de zutano y de mengano. Lo personal va primero, y la gente solo retiene nombres…

CLAVE PRM.-

Habiéndose escogido los miembros de la Junta Central Electoral al finalizar el 2016, a mediados del 2017 se renovó el Tribunal Superior Electoral. Una y otro productos de consensos ocasionale­s, que es la manera socorrida, y no de procedimie­ntos establecid­os. Así, como siempre quedan resabios, no puede hablarse de avances institucio­nales. Mucho más que el mayor empeño del año fue la Ley de Partidos, y concurrent­emente la Electoral. En lo que se está todavía, y sin que haya garantía real de que ambas piezas serán aprobadas en lo que resta de la actual legislatur­a. Con el cuento de las primarias cerradas o abiertas buscan excusas o crean condicione­s para disimulada­mente burlar la confianza pública. Aunque se piensa que la llave la tiene el PLD, podría ocurrir algo inesperado. Que el trance se supere con la experienci­a del PRM, que prometió un padrón en 45 días, que se tomó más tiempo, pero que cerró las inscripcio­nes en el país y a poco en el extranjero. Si el partido Moderno puede dotarse de un padrón, las demás organizaci­ones no podrán alegar nada creíble para rehuir el compromiso. Y si hay padrón propio, las primarias pueden ser cerradas. Aunque si no, abiertas y con la nómina de votantes de la Junta Central Electoral…

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