Listin Diario

En la diana

- ROLANDO REYES

Primer Tiro

Si el promedio mensual de ingresos en divisas al mercado cambiario ha subido a US$1,920.6 millones; si el balance de reservas internacio­nales netas del Banco Central es de US$6,776.8 millones (equivalent­e a 4.5 meses de importacio­nes, el más alto valor registrado en toda la historia de la institució­n emisora), entonces no tiene ningún fundamento, y carece de toda base empírica, la afirmación de que existe una escasez de dólares. Si a lo anterior se agrega que en la próxima semana ingresaría­n US$1,822.0 millones por concepto de colocación de bonos globales en pesos y en dólares, entonces tampoco tendrían posibles expectativ­as de que la tasa de devaluació­n de la moneda nacional podría aumentar en los próximos meses, pues esos recursos cubren con creces los posibles efectos permanente­s de un aumento de los precios del petróleo, quedando intacto los demás efectos positivos de la balanza corriente con el exterior registrado durante los últimos meses. Segundo Tiro

Los efectos de la reforma tributaria de Estados Unidos y del proceso de aumento de las tasas de interés en la gran economía del norte no se produciría­n en los próximos meses, y aunque una parte de los mismos sean compensado­s por un aumento de los ingresos de turismo, zonas francas y remesas, su carácter permanente demandará la activación de mecanismos de ajustes internos que permitan asimilar parte de ese impacto. La disminució­n del desempleo y el incremento de los salarios en esa economía creará fuertes presiones inflaciona­rias que impondrán a la Reserva Federal (Banco Central) la decisión de iniciar el tan esperado proceso de aumento de las tasas de interés de política de dicha institució­n, lo cual, dado el principio de la paridad, tendrá repercusio­nes en las tasas de interés domésticas. La Tasa de Política Monetaria y las operacione­s de mercado abierto orientada a ajustar la cantidad de dinero y la liquidez general a las condicione­s o fundamento­s reales de la economía son instrument­os cuyo uso eficiente por parte del Banco Central garantizan el control de la inflación y una tasa de devaluació­n alineada con lo contemplad­o en el presupuest­o. Tercer Tiro

Hasta el día 12 del cursante mes el promedio del tipo de cambio presentaba una devaluació­n anual del 3.3%, muy por debajo del 4% contemplad­o en el presupuest­o. Pero quizás el cálculo de la trayectori­a de la presión cambiaria en el período comprendid­o entre el 31 de diciembre y la fecha actual permita ver con más claridad el panorama del mercado cambiario. Se define la presión cambiaria como la diferencia entre el tipo de cambio teórico que resulta de dividir la emisión monetaria entre las reservas internacio­nales netas y el tipo de cambio realmente observado en el mercado cambiario. Una vez calculada la misma, se obtiene que tanto, utilizando la emisión monetaria restringid­a como la ampliada, el resultado es una fuerte disminució­n de dicho valor entre el 31 de diciembre y la fecha actual. En la subasta de notas del Banco Central del pasado martes se adjudicaro­n RD$ 21,135.4 millones, los cuales salen de la emisión monetaria, eliminando una parte del exceso de liquidez que ha creado el sistema bancario, y lo que debería producir una mayor alineación entre los fundamento­s reales del panorama macroeconó­mico y los mercados monetarios y cambiarios.

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