Cómo lograr empleos para la frontera
Por primera vez en muchos años la sociedad dominicana parece empezar a tomar conciencia de lo que significa la despoblación brutal de nuestras cinco provincias fronterizas y la masiva e incontenible invasión de ilegales haitianos, que prácticamente está ya igualando el número de pobladores dominicanos en la zona limítrofe de ambos países.
La dominicanización de la frontera debe ser una prioridad del Estado dominicano conforme a lo que establece la propia Constitución de la República. La pregunta es cómo dominicanizar la frontera. Cómo lograr que los dominicanos que viven allá se queden con sus familias y cómo lograr que dominicanos de todo el país puedan ver en la frontera un lugar para desarrollarse y trabajar dignamente.
Estoy convencido de que, independientemente de las inversiones cruciales que pueda hacer el Estado en obras de infraestructura en la frontera, es indispensable el motor del sector privado como generador de riqueza en la zona, teniendo como eje principal la creación de empleos directos e indirectos para dominicanos.
Para tales fines propongo que el Estado dominicano pueda utilizar la herramienta de las exenciones fiscales para promover la instalación de empresas en las cinco provincias fronterizas, que puedan certificar de una manera verificable la creación de empleos para ciudadanos dominicanos.
Nos hemos convertido en las últimas décadas en una potencia turística en la región, gracias a las políticas visionarias de incentivos y exenciones fiscales que han atraído miles de millones de dólares de inversión extranjera a nuestro país. Puerto Plata se desarrolló como polo turístico a través de una política del Estado que involucró al sector privado en condiciones ventajosas para su inversión. Punta Cana y otros polos se han desarrollado con la misma estrategia. ¿Por qué no podemos hacer lo mismo en la frontera, teniendo como premio o incentivo fundamental la creación de empleos para dominicanos? Estoy convencido de que si el Estado dominicano pone en práctica una política estratégica de dominicanización y desarrollo de la frontera a mediano y largo plazo, podemos tener al cabo de diez años más de 150,000 empleos privados en la zona. Capitales locales y extranjeros hay de sobra para invertir y desarrollar grandes proyectos, pero no lo harán jamás en esa despoblada zona de RD si no hay una política de incentivo y de exención fiscal que le haga rentable, muy rentable al inversionista ejecutar su proyecto en esa zona.
Igualmente, sostengo que la actual ley de incentivos al sector turístico debe incluir una modificación que condicione el mantenimiento del régimen de exenciones, ya aprobado, al cumplimiento cabal de la Ley Laboral que establece el 80% de los empleos para los dominicanos y el 20% para mano de obra extranjera. Estas propuestas son obviamente complementarias a la del muro fronterizo. Estoy claro en que el muro sería insuficiente para contener la masiva invasión haitiana si no tenemos un muro humano de desarrollo de dominicanos en la zona.
La telefonía, la radio y la televisión en la frontera deben ser igualmente dominicanizadas. El Estado dominicano debe igualmente darle todas las facilidades e incentivos a las empresas de telecomunicaciones para arraigarse en nuestra apartada zona fronteriza. En muchos casos, al estar despoblada de dominicanos y al ser una zona de poco consumo, la mayoría de los medios de comunicación no tienen gran interés comercial en tener cobertura total en la frontera porque no les resulta rentable.
El Estado, igualmente, debe darle un incentivo a esas empresas de radio y de televisión para que mantengan y fortalezcan su vital presencia en la tierra donde inicia y termina nuestra patria.
La generación de empleos y la dominicanización de la frontera debe ser una prioridad nacional.