Lo que aprendí de la alfombra
Confieso que fui una de las miles de dominicanas que el pasado martes 20 apagaron puntual su computadora en la oficina para salir corriendo a casa, sentarme en ‘primera fila’ y disponerme a disfrutar de la transmisión de la alfombra roja de los Premios Soberano. Me imagino el nivel de estrés que debe causar pasar por el tapiz más importante de República Dominicana enfocándose en salir airosa de la crítica despiadada de todos los que, como yo, resumieron su esfuerzo en sentarse puntual solo a observar. Nuestras estrellas invierten meses preparándose para sus más costosos cinco segundos de fama. Un equipo completo se involucra en cada detalle: vestido, zapatos, maquillaje, peinado, accesorios… todo debe quedar en su punto, y algunas hasta filman el proceso, desde el inicio hasta su llegada al Teatro Nacional, para compartirlo en sus redes. ¡Un poco de ego no sienta mal en los días del Soberano! Vi detenidamente cada uno de los “looks”, y al igual que muchas personas elegí mis favoritos. Pero la belleza es relativa y depende del contexto, así que no siempre se coincide con los denominados especialistas de moda. Estos profesionales utilizan parámetros de tendencia internacional y avalan su selección en los conocimientos sobre el tema. Así que como una simple espectadora me limitaré a escribir lo que aprendí de la alfombra roja de los Premios Soberano:
Sencillo pero impecable. Pamela Sued en una creación de Jusef Sánchez, me dejó claro que un diseño puede ser de líneas simples y verse espectacular. Lo ‘poco complicado’ nunca pasa de moda. Un tono vibrante con un elemento ‘rompedor’: un lazo a un tamaño justo. El vestido habló solo.
No tiene que ser cotoso para ser impresionante. Cuando vi el vestido de Jelitza Lora dije ¡wao!, se veía regia con un traje color rosa que me encantó. Luego me enteré que no era de ningún famoso diseñador.
Una cola es suficiente. La idea de que un peinado muy elaborado agrega dramatismo a nuestro atuendo ha quedado en el pasado. Varias de las más hermosas de la noche optaron por recoger su pelo con una sencilla cola y despejar su rostro. ¡Arriba lo natural! Me gustó ver la apuesta al maquillaje natural. Techy Fatule, Gabi Desangles, Glency Féliz y Yubelkis Peralta, son testimonios de que el maquillaje debe tener el propósito de resaltar nuestra belleza original, no competir con ella.
Fiel al estilo propio. Mozart La Para me enseñó que puedes adaptarte al lugar en que te encuentres y respetar la esencia de lo que eres. Brilló con un diseño de Leonardo, pero su característico moño lo acompañó a la alfombra y fue coherente con su realidad de artista urbano.
Sexi… pero no tanto. Vi muchos vestidos atrevidos, algunos que pasaron la fina raya de la sensualidad. Ya estamos acostumbrados a ver algunos “looks” provocadores en la alfombra, pero sexy no tiene que ser sinónimo de mal gusto. Aquí aprendí que la asertividad debe llevarse a todos los escenarios.
La experiencia no se improvisa. Mi momento favorito fue cuando vi llegar a Mariasela Álvarez con un diseño negro de Giannina Azar. Femenino, sensual, pero respetando su esencia y personalidad. El traje era espectacular, pero su actitud lo fue más. Caminaba triunfadora, con pasos cortos y bien definidos, erguida, sonriente… con la tranquilidad que solo se consigue a través del tiempo, y que es innegociable.
¡Hasta el lunes!