EL CINE MUNDIAL LE TOMA EL PULSO A LAS ENFERMEDADES.
El cáncer y el VIH son de los temas más tratados en el cine por los directores, tomando en cuenta que son dos de las causas de mayor muerte en estos momentos en muchos países del mundo
Apropósito del estreno “Pulso”, la ópera prima en la dirección de Giancarlo Beras, un largometraje que cuenta una historia en la que los protagonistas son contagiados con el virus del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (VIH), es propicio recordar a directores que se han atrevido a llevar a la pantalla filmes que sacan lágrimas.
Pasando balance son muchas las historias en el cine que plasman situaciones que tienen que ver con enfermedades, (algunas incurables) que han cobrado muchas vidas, como son el cáncer y el VIH.
Seguro que muchos recordarán cuando se anunció con bombos y platillos “Philadelphia” (1993), una película dirigida por Jonathan Demme y protagonizada por Tom Hanks y Denzel Washington. En ese momento aún no se hablaba tan abiertamente del sida, y eran muchas las preguntas en torno a esta enfermedad que sigue cobrando vidas, pese a que se han hecho y se siguen financiando investigaciones para encontrar la cura y poder contrarrestarla.
El papel que interpretó Tom Hanks, el abogado Andy Beckett, al que la vida le cambia cuando descubre que vive con VIH. Andy sufre discriminación, lo despiden de la firma de abogados para la que trabaja.
Entonces decide contratar al abogado Joseph Miller, encarnado por Denzel Washington, para que le defienda durante el juicio debiendo luchar, no solo contra la opinión que tiene la sociedad sobre la enfermedad, sino también contra sus propios prejuicios sobre la homosexualidad, en un conmovedor desenlace.
El nombre de la película se debe a la ciudad, a su asociación con el amor y la hermandad. Por esto se trata el tema de los derechos humanos.
Este no es el primer filme que abordó el tema tan seriamente, pero si fue uno de los que tuvo mayor difusión. Si no lo ha visto, aún está a tiempo de hacerlo y descubrir la impresionante actuación de Tom Hanks.
Otro de los largometrajes que llama la atención entre los dramas con fuertes matices de realidad es “Siempre Alice” (Still Alice).
Este drama estadounidense de 2014 está basado en la novela del mismo título, de la escritora Lisa Génova, publicada en 2007 y que llegó a ser un best-seller. Fue dirigida por Wash Westmoreland y Richard Glatzer.
La película es protagonizada por Julianne Moore, en el papel de Alice, una lingüista de la Universidad de Columbia diagnosticada con la enfermedad de Alzheimer de inicio temprano. Alec Baldwin interpreta a su esposo John. Kristen Stewart, Kate Bosworth y Hunter Parrish interpretan a sus hijos Lydia, Anna y Tom.
Ella lucha para manejar su vida al tratar con la enfermedad y su trabajo, familia y amigos. Es una gran historia que sin dudas arranca lágrimas por lo bien contada que está.
En el séptimo arte, los temas que abordan problemáticas tan serias como enfermedades serán esperados por el gran público, aunque verlas suponga para muchos un martirio en el buen sentido de la palabra, por el hecho de que plantean realidades que no todos estamos dispuestos a ver.
Si aún no ha visto “Pulso” aún está a tiempo y ser testigo del trabajo de Giancarlo Beras y Alfonso Rodríguez. Las horas (The Hours) es una película dramática de Estados Unidos del año 2002 dirigida por Stephen Daldry. El guion, escrito por David Hare, es una adaptación de la novela homónima de Michael Cunningham, ganadora del Premio Pulitzer en 1999.
Toda la historia tiene lugar en el transcurso de un mismo día; trata sobre tres mujeres en diferentes épocas y generaciones, cuyas vidas se conectan a través de la novela de Virginia Woolf “Mrs. Dalloway”.
Nicole Kidman encarna a Virginia Woolf en 1923, mientras escribía Mrs. Dalloway, Julianne Moore es una esposa infeliz que lee el libro en el año 1951, y Meryl Streep interpreta a una editora bisexual neoyorquina.