Listin Diario

Cuidando su corazón del tabaco

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Parte 6

Dejar de fumar es lo mejor que puede hacer por su corazón. El tabaco mata cada año más de siete millones de personas, de las cuales más de seis millones, correspond­e a fumadores activos y alrededor de 890,000 no son fumadores, pero que están expuestos al humo del tabaco ajeno o humo de segunda mano. Mata a la mitad de sus consumidor­es, casi el 80% de los más de 1,000 millones de fumadores que hay en el mundo viven en países de ingresos bajos o medios, como el nuestro. Los consumidor­es de tabaco que mueren prematuram­ente, que son más del 70% de los mismos, privan a sus familias de ingresos, aumentan el costo de la atención médica y dificultan el desarrollo de la economía. Si decide y está listo para dejar de fumar. Ayúdese usted mismo o busque ayuda en otras personas, sabemos que dejar de fumar no es fácil, pero déjelo ya.

Si no puede mantenerse alejado de las cosas que lo hacen querer fumar, trate de cambiar el modo de hacerlas. Tome su café en un lugar diferente, conduzca por un camino diferente al trabajo, vea televisión en una habitación diferente. Hay algunas situacione­s que hace que la gente quiera furmar, como estar:

• Nervioso o estresado

• Aburrido

• Deprimido

• Hambriento Al llegar el impuso de fumar, rápidament­e haga algo:

• Respire profundame­nte

• Piense en algo o en algún lugar que le haga sentirse bien.

• Distráigas­e con un pedazo de goma de mascar o una merienda saludable.

• Tome un paseo

• Llame a un amigo y converse con él.

• Practique algún deporte.

• Distráigas­e viendo fotos familiares. Cuando usted esté listo para dejar de fumar, tenemos algunos consejos:

• Elija una fecha para dejar de fumar • Dígales a sus amigos y familiares que dejará de fumar en cierta fecha. • Pregúntele a su médico acerca de medicinas (o reemplazo de nicotina), para dejar de fumar los medicament­os pueden ser: pastillas, gomas de mascar , parches, aerosoles nasales e inhaladore­s. En la “fecha de dejar de fumar”, tire sus cigarrillo­s, ceniceros, encendedor­es, fósforos y cualquier cosa que lo haga pensar en fumar. Mientras más difícil sea conseguir un cigarrillo más fácil será dejar de fumar.

Tomado de la revista Cuidando su Corazón, American College of Physicians Foundation. Dr. Ernesto Díaz Álvarez Director Asociación Instituto Dominicano de Cardiologi­a

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