Mantienen prevision de crecimiento en eurozona
La Comisión Europea (CE) mantuvo ayer sus previsiones de crecimiento económico en la eurozona y el conjunto de la Unión Europea (UE) en el 2.3% durante 2018, mientras que para 2019 anticipó un aumento del PIB del 2% en ambas áreas.
Las previsiones macroeconómicas de primavera publicadas este jueves por el Ejecutivo comunitario también confirmaron que el año pasado el PIB de los diecinueve países que comparten la moneda única y el de los Veintiocho se incrementó un 2.4%, la mayor subida en una década. Todas esas cifras son idénticas a las incluidas en las estimaciones de invierno de la CE, presentadas en febrero.
“Está previsto que la expansión económica en Europa continúe a un ritmo sólido este año y el próximo, contribuyendo a la creación de más empleos. Sin embargo, también vemos mayores riesgos en el horizonte”, declaró en un comunicado el vicepresidente de la Comisión para el Euro, Valdis Dombrovskis. Más preciso fue el comisario de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, quien consideró el proteccionismo “el mayor riesgo” para estas perspectivas e instó a que esa doctrina no se convierta en “la nueva norma”.
“Eso solo dañaría a aquellos ciudadanos que más necesitamos proteger”, añadió el político francés después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, haya prorrogado un mes, hasta el 1 de junio, la exención de aranceles a las importaciones comunitarias de acero y aluminio.
Sin embargo, la amenaza de imponer las tarifas aún permanece sobre las empresas del Viejo Continente.
En ese sentido, Bruselas reconoció que la economía se encuentra más expuesta a los factores de riesgo externos, “que se han fortalecido y son más negativos”.
Además del proteccionismo, el Ejecutivo comunitario citó la volatilidad de los mercados financieros durante los últimos meses y adelantó que resulta “probable” que se mantenga en el futuro.
Asimismo, resaltó que los estímulos fiscales procíclicos en Estados Unidos deberían impulsar el crecimiento en el corto plazo, pero también podrían elevar el riesgo de un recalentamiento de la economía y la posibilidad de que los tipos de interés en la primera potencia mundial crezcan a un mayor ritmo del previsto. Como aspectos positivos, el Ejecutivo comunitario hizo referencia a la fortaleza del consumo privado, el incremento de las exportaciones e importaciones o la confianza de los consumidores y las empresas.