El titular de Hacienda dijo que “lo más importante para defender el crecimiento económico” ... ***.
El Gobierno argentino reconoció el lunes que la fuerte depreciación del peso frente al dólar y la subida de los tipos de interés conllevarán menor crecimiento económico para el país y más inflación, aunque defendió su política para preservar al país de “una crisis” y descartó que haya “tensión social”.
“Dar la tranquilidad de que Argentina incorporó en este Gobierno y el programa económico todos los aprendizajes que tuvimos de las crisis del pasado”, remarcó el jefe del Gabinete de Ministros del Ejecutivo de Mauricio Macri, Marcos Peña, en un encuentro en Buenos Aires con medios internacionales, entre ellos Efe.
La reunión, a la que también acudieron el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne; y el de Finanzas, Luis Caputo, se da en un momento de gran incertidumbre por la devaluación de la moneda nacional (que desde enero ha caído más de un 35% frente al dólar) y la constante inflación -en el primer trimestre los precios subieron un 6.7 %.
“Sabemos que en este periodo donde las tasas (de interés) han subido y donde se ha movido el tipo de cambio vamos a tener algo menos de crecimiento y algo más de inflación. Eso es obvio que va a ocurrir pero siempre sabiendo que estamos tomando la mejor alternativa, que es la que preserva a Argentina de tener una crisis”, remarcó Dujovne.
En este sentido, el titular de Hacienda defendió que “lo más importante para defender el crecimiento económico” es no tener una “crisis macroeconómica”.
“Argentina durante muchas etapas de su historia enfrentó la crisis con un cambio fijo y eso llevó a agravar la situación”, consideró, convencido de las bondades del cambio flotante, con puntuales intervenciones del Banco Central para controlar la volatilidad -hoy la institución volvió a vender 408 millones de dólares para frenar el alza del dólar-, lo cual “hace más lento el proceso de bajar la inflación” pero “protege mejor de los shocks”.
Consultado sobre si se puede agravar la protesta social, Peña fue tajante.
“La economía real sigue operando saludablemente (con siete trimestres de crecimiento) y eso se ve en la calle”, remarcó, para añadir que “hoy no hay un clima de tensión social”.
“Hay un país que sigue funcionando, sigue consumiendo, invirtiendo, avanzando y un amplísimo consenso social y político”, sentenció.