Hablando de tiempo
SI NO, ¿POR QUÉ?.- Observación inteligente, aguda, provocadora. Dicen que la Junta Central Electoral no puede prohibir las diferentes formas de proselitismo que incluye su medida de la semana pasada, porque ese es un derecho que solo le corresponde en tiempo de campaña y ahora mismo no es tiempo de campaña. Parece lógico, pero no lo es. Lo primero es que la Constitución habla de tiempos, y ese hablar de tiempos puede ser un antes y un después del real tiempo de campaña. En caso contrario la Carta Magna debiera ser más específica y evitar que los vivos se salgan con la suya. Sin embargo deja el punto a interpretación. Aunque vale preguntar: Si no es tiempo de campaña, ¿por qué hay aspirantes a la presidencia lanzados al medio de la calle buscando y ganando simpatías? La circunstancia no la creó la Junta Central Electoral, sino los interesados en el voto popular. Una falta no se tapa con otra falta, pero existe una situación que demanda y reclama, y algo debía hacerse para remediarla. Si en los partidos controlaran a los desesperados, ni dirigentes ni miembros saldrían antes de tiempo, la gente no protestaría y mucho menos imploraría piedad…
ESTATUTOS A MANOS.- Digo si los partidos controlaran a su gente porque sucede que algunos instituyen normas en sus estatutos para evitar que las campañas particulares se les vayan de la mano. Esto es, que las organizaciones políticas por sí mismas estarían violando los derechos individuales de sus afiliados al no dejarlos candidatearse a lo loco, en todo tiempo y lugar. Por ejemplo el PRM tiene un artículo 117: “Campaña Prematura. Queda prohibida la promoción de candidaturas para cargos dentro del Partido y de elección popular más de seis (6) meses antes de las convenciones que habrán de seleccionarlas ”. El PRD, del que seguro copió el PRM, lo hace en el artículo 186: “Queda terminantemente prohibido so pena de severas sanciones, la promoción de candidaturas para cargos dentro del Partido y de elección popular con más de tres ( 3 ) meses de anticipación a las convenciones que habrán de seleccionarlas”. Véase bien, textos parecidos, pero uno más grave que el otro. El PRM da seis meses, el PRD solo tres. El PRD habla de “terminantemente” y “so pena de severas sanciones”, y en el PRM adelantarse no tendría consecuencia. Aunque lo que importa destacar es que en el Revolucionario Dominicano y en el Revolucionario Moderno se tiene el tiempo medido…
EL REFORMISTA TAMBIÉN.-
El dato sería irrelevante si no fuera porque en la ley interna del PLD no existe una regla parecida o con el mismo rigor. Incluso explicaría por qué el Partido de la Liberación Dominicana se resiste a la medida de la Junta Central Electoral y no el PRD ni el PRM. Leonel Fernández considera que carece de fundamento legal y Reinaldo Pared que está fuera de tiempo. El PRM por su parte, además de los pronunciamientos individuales de sus principales dirigentes o máximos líderes, hizo llegar un documento de apoyo vía su delegado político. Como si lo mucho no abundara. El PRSC no es tan preciso como el PRD y el PRM, y tampoco tan estricto, pero sí se ocupa por igual del tiempo de campaña. El artículo 52 anota: “Los miembros del Partido podrán aspirar a ser postulados como candidatos o precandidatos a cargos de elección popular cuando el partido deje abierta la campaña interna”. Los reformistas fueron de los primeros en reaccionar positivamente a la decisión de la Junta Central Electoral, aun cuando se le supone con el rancho ardiendo. Todas estas situaciones son interesantes, pues demuestran que el organismo de elecciones no actuó porque hubiera vacío, sino incumplimiento de los partidos, unos de su letra y otros de su espíritu…
MILLÓN VERDE, MILLÓN MORADO.- Hablo de su espíritu porque se olvida que de las tantas decisiones tomadas por el comité Político que después olvidan todos los peledeístas, una es dejar la selección de la candidatura presidencial para 2019. Todos se hicieron los locos y salieron a la calle. Aunque ocurre un trance igual al del huevo y la gallina. Si los precandidatos oficiales se adelantaron porque Leonel Fernández les ganaba en la partida, o el expresidente agilizó los pasos ante la posibilidad de que los retadores lo sobrepasaran. Lo cierto es que los peledeístas tenían su problema y la Junta Central Electoral, con su prohibición, les impone una nueva contrariedad. La de aguantarse las ganas, esperar un tiempo más, viendo cómo la circunstancia apremia, y antes que entendimiento interior, crisis. Habrá que ver cuando regrese Fernández si repite las movilizaciones en calles o barrios, o sus actividades se realizan con sigilo y discreción. Digo de las llamadas visitas solidarias, que lo de agosto será otro cantar. El 16 estaría primero, fecha que no deja de ser importante, pero igual el 12 y La Marcha del Millón de los Verde. El 26 sería para arrepentirse, pues la manifestación de los alternativos será punto de comparación. Los verdes hablan de un millón, los seguidores de Fernández proclaman un millón de firmas de respaldo a la candidatura de su líder. Entre millones se verá el país…