La educación en la familia
República Dominicana es un país con una alta tasa de embarazos en adolescentes, y de violencia intrafamiliar con énfasis hacia la mujer. Esta realidad que cada vez toma más auge en nuestro país podemos enfrentarla con la educación.
Si la familia, los niños, niñas y adolescentes no tienen información sobre sexualidad humana y su propio desarrollo los adolescentes no podrán estar preparados para prevenir los embarazos no deseados, en la relación de pareja no habrá equidad de género y serán familias más vulnerables a la violencia de género, y adultos más propensos a las infecciones de transmisión sexual (ITS) así como el VIH y sida.
La educación sexual es necesaria para la prevención del abuso sexual. Desde muy pequeño el niño debe aprender a valorar su cuerpo, debe tener una buena comunicación y vínculo afectivo con los progenitores. La educación sexual promueve en la adolescencia el inicio de las relaciones cada vez más tarde para cuando los jóvenes estén preparados física, emocional y económicamente para asumir la responsabilidad y asumir las consecuencias. La información de las diferentes temáticas contribuye a lograr actitudes positivas hacia la sexualidad.
Promueve la equidad de género, para que las relaciones de pareja sean más funcionales y de respeto, porque un hombre que friegue, barra o trapee el piso con esto no cambiará su orientación sexual y este tipo de conducta fomenta el compañerismo y la mujer se siente apoyada por su pareja. Promueve también el vínculo afectivo y que las relaciones sexuales sean satisfactorias. La comunicación es un elemento esencial en la pareja y en la familia.
No es tarde para acudir a este recurso que tan buenos resultados proporciona. Busque la manera de hablar con sus hijos, ayúdelos a que cuando tenga su propia familia también hagan uso de la comunicación. De esta forma está aportando a que acabemos con esta realidad que nos arropa y preocupa.