Siguen en campaña
UNO. BAMBI EN EL BOSQUE.-
En algún momento la Junta Central Electoral --o su presidente Julio César Castaños– se sintió como Bambi, el cervatillo de Walt Disney: Solo, en el bosque, o rodeado de cazadores con malas intenciones. Como amagó y no dio al descubrir que en la escalera faltaban travesaños y que no podía subirse a quitar vallas, la tensión bajó y de seguro quedará como una más de las anécdotas de campaña. Parece que con una aclaración por aquí y otra por allí quedó clara la intención. Como Bambi era un animalito inocente. Los fines de semana van de admirables a espectaculares con los precandidatos de todos los partidos haciendo lo que corresponde hacer cuando se busca el favor de la gente. Ganarse el afecto, conquistar su simpatía con el trato directo y el discurso persuasivo o de barricada. ¿En qué perjudicó la resolución a los aspirantes presidenciales, en qué dañó a los partidos, en qué lesionó la democracia? La verdad que en nada. Hecho lo suyo, de seguro que el organismo en pleno o el presidente Castaños convocará a los partidos o a los delegados para oírlos de viva voz o pasar balance. Entonces comprobarán que la alarma fue injustificada…
DOS. UNA CABALGA, OTRA SALE A CAMINO.-
En lo que la resolución cabalgaba y oía a distancia el ladrido de los perros, la precampaña hacía camino al andar, solo que bajo techo y tareas de gabinete. Las encuestas, por ejemplo. Dije que el informe de la Unidad de Inteligencia The Economist iba a cambiar el semblante del proceso, que cada cual apresuraría el paso y se ocuparía de posicionarse desde ahora. No vaya a ser cosa. ¡Visto y cumplido! Se dan por sorprendido los que quieren, puesto que era previsible la reacción. Fue como romper fila y viva el jefe. Nadie va a dejar que el otro se adelante creando percepción equivocada. Las encuestas pueden hacer el trabajo, y lo están haciendo para satisfacción -por lo menos-- de los interesados. Y se sabe que una trae la otra, ya que si la primera manipula, la siguiente contamina. Ninguna sin embargo preocupa lo suficiente, y no solo porque no corresponda, sino porque lo artero resbala. O como dicen en la calle, “acechao no vale”. Pero cada cual es dueño de su dinero, y de gastarlo como guste. Hay egos que se hinchan solos, por enfermedad, y otros que se inflan con artificios. No obstante vale decir que aspirante prevenido vale por dos, y que se están llevando a cabo mediciones calladitas y sin fines de publicación. Se dé una cuyo trabajo de campo se realizó la semana pasada…
TRES. ELLOS DE A POQUITO.-
Los precandidatos del oficialismo todavía no figuran de manera preponderante en las encuestas que se dan a conocer, pero sí en las que se guardan celosamente. Ya llegará el momento. Sin embargo, el fenómeno es digno de atención. Reinaldo Pared por un lado y Carlos Amarante por el otro están tomando la lucha en serio y desplegando esfuerzos que si no les aprovecha en lo particular ahora, sí al PLD más tarde. El tren de Francisco Domínguez todavía no deja atrás el andén, al parecer le lleva mucho tiempo ponerse el uniforme y salir al campo de juego. Temístocles Montás sigue visitando compañeros y cada semana la distancia es más larga y la enramada más concurrida. Sus posibilidades no puede decirse que superen las de Danilo Medina que no puede ir o de Leonel Fernández que insiste en presentarse de nuevo, pero sí que en el PLD no todo es Medina o Fernández. Amarante llenó un estadio en Moca y Pared, con la ayuda de colegas senadores, tiene citas estratégicas en localidades del interior. El PLD dizque va a dividirse y el comité Político no se reúne, pero en lo que llega una cosa o la otra, los peledeístas se están movilizando por aquí y por allá. Cuando sea de lugar, el efecto se sentirá, y las encuestas que son ajenas todavía no colocan al partido en el piso…
CUATRO. SLUMP EN POLÍTICA.-
EL comité Político del PLD fue convocado para el 6 de agosto, con un mes de anticipación, y uno piensa dos cosas igualmente chuscas. La primera que de ahora a entonces o se muere el rey o se muere el caballo, y la segunda que lo importante es que sea lunes. No es que se piense porque se piensa, sino porque se interpreta que algo parecido piensan Leonel Fernández que lo decidió y Reinaldo Pared que lo ejecuta. La emergencia, está visto, no existe en el PLD, y ese ánimo displicente cuestiona la preocupación de los extraños. Si la alta dirección cree que no hay problema y no tiene urgencia en reunirse, que sea como determina que sea. Los demás a sus asuntos. Cada cabeza es un mundo, y en el PLD son dos cabezas, como dos mundos, pero que de querer serían treinta y cinco. Por ejemplo, la Ley de Partidos. Si ambos grupos le buscaron el lado al PRM, y ni salida ni solución, lo propio es reconsiderar el tema, deponer actitudes y resolver como se decidía antes. Así como a los peloteros se les complica el bateo y no le dan ni a un coco, también los partidos caen en slump. Nunca es total, definitivo, permanente. El slump del PLD o del comité Político más que suficiente, más que retardado. Ya se verá en agosto…