Visitar y estar con quienes nos quieren
Me sentí muy contenta y agradecida cuando me invitaron de parte de la dirección de Radio Televisión Dominicana, para compartir con otros importantes colegas artistas en el reconocimiento a la trayectoria artística de Papa Molina, mi amigo, mi vecino, mi compadre... Su ahijada, mi hija Huayna, lo escogió para aprender con él Orquestación. Un hombre excepcional, músico, director de la Super Orquesta San José y de ‘Papa y sus Estrellas, con quien tanto actué en el Canal 4 de la emisora, y en el Night Club que, a partir de ahora lleva merecidamente su nombre. En ambos lugares se montaban grandes y maravillosas revistas de arte con los más renombrados artistas, tanto del país como del extranjero que en esas ocasiones nos visitaban, y de las cuales formábamos parte: Lope Balaguer, el cantante chileno, Lucho Gatica; Fernando Casado, Gerónimo Pellerano, Napoleón Dhimes, entre otros y con las coreografías de su compañera, la profesora bailarina, Josefina Miniño, y Francisco Usero. En fotos y recortes periodísticos que conservo, de esos espectáculos figuran los nombres de los directores: don Mariano Rodríguez, Moll Torres y la presentación a cargo de los locutores Nobel Alfonso y George Rodríguez. Hay que felicitar a la dirección de la planta televisora por la atinada decisión de homenajear a quien pasó gran parte de su vida musical en todos los estudios que la componen. Estos son acontecimientos que me ponen eufórica, igual que cuando visitaba en muchas ocasiones a Yaqui Núñez del Risco, quien se ocupaba de proponerme para todos los programas de televisión; a Casandra Damirón, que venía a mis fiestas en mi casa, igual que Elenita Santos, Bienvenido Brens, a Francis Santana, a Don Julio Alberto Hernández, de quien grabé con la orquesta del Ejército Nacional, algunas de sus composiciones y me regalaba música suya, con dedicatoria para mi repertorio musical. También a doña Floralba Del Monte a mi gran amiga Ivonne Haza, A Joseito Mateo. El domingo pasado lo dediqué a ir donde el maestro Bullumba Landestoy, que tuvo la gentileza de darme en Nueva York ‘No sé por qué’, y yo la grabé. Después me fui donde otra gran amiga, la cantante Lucía Feliz, cada vez que voy nos ponemos a cantar, igual que cuando yo llego donde Elenita Santos, Josefina Miniño y a Rafael Solano. Cuando voy donde Solano llevo un teclado y nos pasamos la tarde cantando canciones de las grabadas por ella, desde luego que ‘Amorosa’, no puede faltar. Yo voy recordando sus grabaciones y ella me sigue en todas las canciones. Es que el poder de la música es muy grande. Es como una magia, pero es por el cariño que se siente en esos momentos. Para finalizar, cuando ya el sol iba desapareciendo y empezaba a sentirse el frescor de la entrada de la noche, me fui donde la profesora y soprano María Rémola.