El poder de la reputación del CEO
Jack Welch, uno de los grandes líderes empresariales afirmó ““Los buenos líderes crean una visión, la articulan, la viven apasionadamente y la impulsan implacablemente hasta su finalización. Como CEO, la expectativa es ofrecer principalmente valor accionario ajustado a largo plazo y al riesgo”.
Los días en que dicha afirmación era válida y suficiente quedaron atrás, pues más que impulsadas por la misión y el valor financiero, las empresas y sus líderes serán evaluados, de manera rigurosa, por el impacto positivo y la transformación que realicen dentro de sus organizaciones y en la sociedad.
De acuerdo al reciente estudio de Reputation Institute las funciones de un CEO han cambiado y evolucionado con el tiempo, siendo los valores personales y posición frente a ciertos temas de suma importancia, estos deben estar alineados a los valores de la empresa que lidera.
No se trata de pregonar de manera discursiva cuales son, más bien vivirlos con un accionar que los refleje. Ya qué en la era digital de fácil acceso a registros públicos y redes sociales, la transparencia es la constancia y regla. Es difícil engañar a las audiencias o tratar de disfrazar la realidad. Empresas como Glassdoor, especializada en la revisión y clasificaciones de instituciones y sus CEO, han alejado los comportamientos hipócritas del accionar corporativo.
La falta de confianza existente en los políticos y gobiernos por no cumplir las expectativas de la población ha incrementado la presión y mirada al sector privado para responder con los desafíos sociales desatendidos.
Larry Fink, CEO de Blackrock afirmó “la sociedad exige que las empresas, tanto públicas como privadas, tengan un propósito social. Para prosperar con el tiempo, cada empresa no solo debe ofrecer un rendimiento financiero, sino también mostrar cómo hace una contribución positiva a la sociedad”.
Si deseamos que se hable bien de nuestras empresas, inspirar y proyectar confianza, debemos ser dignos de confianza. Y, para ello, el principal garante y propulsor debe ser el CEO de la organización.
Las empresas dominicanas deben esforzarse por trabajar la reputación de su CEO y equipo directivo como elemento ganador de valor de sus organizaciones. Los días cuando los CEO y jefes plumas blancas se sentaban en el olimpo distantes de sus súbditos y de todo lo que le rodeaba están en el pasado. De ser merecedores, hasta ostentadores de lujos y privilegios, ahora se les exige que sean creadores de riqueza. Aquellas que prioricen la Responsabilidad Social y la sostenibilidad en sus estrategias tendrán una reputación corporativa y de su CEO mucho más solidas que aquellas enfocadas solo a métricas financieras. Contar con el fuerte respaldo de una figura con imagen sólida les permitirá, en los momentos de tormenta, sortear los fuertes vientos y olas que arrasan muchas veces con todo.