CIFRAS DEL BANCO CENTRAL SON IRREFUTABLES
Que la economía del país haya crecido 6.7% de enero a junio, según dice el extenso informe publicado por el Banco Central, es una ayuda a comprender mejor la real situación de la República Dominicana, que por desconocimiento o crítica política algunos ven muy mal.
Ese informe, puesto al conocimiento del público después de estudiar todas las variables que inciden en la economía, si algo muestra además de lo anterior, es que la producción de la riqueza nacional está cimentada en los trabajadores y la clase media.
Se diría que lo razonable en esas circunstancias es que la clase trabajadora y la clase media se beneficien del crecimiento, como ha apuntado en varias ocasiones el gobernador Héctor Valdez Albizu, al decir que la riqueza debe “desparramarse” hacia todos los sectores.
Los números del BC son difíciles de refutar porque esa institución no miente, mantiene muy en alto su nivel técnico y el grado de independencia que el gobierno central le ha otorgado, y porque los organismos internacionales de financiamiento le tienen confianza.
Al detallar por renglones el crecimiento, el informe dice que la construcción “ha sido la actividad de mayor impacto en el desempeño económico durante 2018, registrando un crecimiento interanual de 13.2% en enero-junio 2018”.
Indica que el dinamismo de ese sector responde principalmente a iniciativas privadas de proyectos habitacionales que buscan solventar el déficit existente en el Gran Santo Domingo, así como en otras áreas de la geografía nacional.
La construcción ocupa una enorme población de trabajadores, aunque infortunadamente mayoritariamente haitianos por la falta de incentivos salariales y porque, en sentido general, trabajan más barato que los dominicanos, aunque su calidad sea inferior.
Las obras de infraestructura que realiza el Gobierno Central junto a las infraestructuras comerciales y el turismo de hoteles, bares y restaurantes que aportan un 5.2% del crecimiento. Se pondera el crecimiento de la manufactura tanto local como de zonas francas.
El informe del BC cita la Encuesta Mensual de Opinión Empresarial al sector manufacturero que elabora la institución, “la cual indica que la situación económica se mantiene positiva, y el 94% de las empresas consultadas consideran que su situación es buena o favorable”.
Resalta también el informe la agropecuaria que registró un crecimiento acumulado de 5.3% en enerojunio de 2018 con respecto al mismo período de 2017, destacándose las políticas de apoyo al sector, mediante las visitas sorpresa del presidente Medina al campo.
Leonel pondera informe
El expresidente Fernández se apartó de posibles remordimientos y ponderó el crecimiento de la economía dominicana durante los últimos 20 años, que atribuyó a la expansión, diversificación y estabilidad macroeconómica. Le toca más que colita porque de ese período gobernó 12 años.
Cuando el doctor Fernández gobernó en sus últimos ocho años, tuvo que lidiar con la quiebra de importantes bancos y compañías de seguros asociadas, además del desánimo general que la pérdida de muchos recursos del ahorro nacional causó entre los dominicanos.
Quizás más perspicaz que dirigentes políticos de la oposición que no reconocen un solo logro al régimen de turno, Fernández podría pensar que si llegara al poder en las elecciones del 2020 ya que es un precandidato por su partido, encontraría sana la macroeconomía.
En el extenso informe, el BC analiza la situación de la economía de los Estados Unidos, el fortalecimiento del dólar de cara al resto de las economías avanzadas, en un 2.5% frente a sus principales pares desde enero a junio y más de un 5.0% en términos anualizados según el índice de Bloomberg.
El BC cita también la tasa de desempleo en Estados Unidos de un 4.0% (condiciones de pleno empleo) y las expectativas de aumentos salariales, lo que hizo que la Reserva Federal aumentara en dos ocasiones este año su tasa de referencia que es equivalente a la política monetaria de RD.
Desparramar la riqueza
Contra la idea que ha sostenido el gobernador Valdez Albizu de que la riqueza debe desparramarse hacia todos los sectores productivos, chocan los temores de muchos empresarios que creen que un aumento de salarios conllevaría a elevar la inflación.
Uno de los empresarios más importantes del país por el peso específico de sus empresas, el señor José Luis Corripio, ha sostenido un criterio diferente y es que los aumentos salariales producirían más riqueza porque el dinero extra que ganarían los asalariados dinamizaría las empresas y fortalecería las recaudaciones.
Los bajos salarios del país que afectan a casi todos los sectores productivos, se unen a la falta de incentivos adicionales que ya están vigentes en otros países como bonificaciones anuales por las ganancias, extensión del período de posparto para las empleadas y sus esposos, salas de lactancia, soporte de clubes sociales y actividades del deporte.
Cuando se presentó al gobierno de la época el proyecto para la construcción de la Feria de la Paz y Confraternidad del Nuevo Mundo, el escollo principal fue que no había trabajadores calificados. Todo se resolvió mediante el entrenamiento que proporcionó Obras Públicas, para formar en plazo breve a maestros constructores, ebanistas, albañiles, fontaneros, plomeros, mosaístas y zapadores.
Los obreros eran bien pagados, estaban protegidos por sus gremios aunque había una dictadura y muchos tenían acceso a su propia vivienda, construidas en “convite”. A los obreros de la construcción no se les ocurría reservar las fundas de cemento para venderlas en los mercados. Un gran cambio en 50 a 60 años en que hizo su entrada el capitalismo salvaje, evidencia la degradación que sufre el país.