El salto de la pulga
Primer brinco: Ofrezco un premio a quien adivine cuáles son los únicos presidentes dominicanos, cuyas acciones no han estado influenciadas por un(a) brujo(a), pastor o pastora, incluso importados.
2 Entonces, ¿el Patronato de La Cueva de las Maravillas podrá vender, gravar, hipotecar o traspasar la propiedad? ¡Ojo con eso!
3 Se la comió el juez de Higüey, poniendo en libertad a dos narcos (800 kilos)… ¡que no estaban presos!
4 Tan surrealista como eso, es el Ministerio Público que se retiró de la audiencia sin presentar cargos contra dos acusados de traficar 500 kilos. ¡Mejor legalicemos la droga!
5 Dice don Leonel que es preciso fortalecer las ideas, en especial las emanadas del pensamiento de Bosch. Ese expediente está muy gastado, profesor.
6 A propósito, dicen que el arrugón que le dieron al funcionario por asistir a lo del libro de Leonel, le subió la presión hasta que estalló.
7 Al no haber deportado a los haitianos ilegales cuando fue Di- rector de Migración y Ministro de Interior, la promesa de Amarante de que lo hará cuando sea Presidente cae en la cháchara.
8 Si Miguel y García Duvergé llegan a un acuerdo, aceptando ajustes institucionales, es de suponer que también se incluya a Guido, ¿o no?
9 Con las exportaciones creciendo en un 9.8% en el primer trimestre y la economía alcanzando 7.3% en junio, ¿quién convence a Andy de que la cosa está mala?
10 Digo y sostengo, que el que circula de noche por carreteras con deslumbrantes barras Led encendidas, es un asesino en potencia. Pero, ¿sabía usted que pagando $3,000 de impuesto puede usar esa barra? ¡Es otra medida recaudatoria!
11 ¿Por qué están removiendo adoquines hundidos en la Zona Colonial? Porque una funcionaria-genio ordenó ponerlos con una base técnicamente improcedente.
12 –Aló, ¿Freddy? –Sí, dímelo. –¿Tú sabías que Pepe tiene una oficina instalada en el Palacio Nacional? (... ...) –Debe ser un chiste, ¿verdad? –Bueno, averigua…
Último salto: Aún está fresco el cemento en la tumba de Aquino Febrillet y ya los familiares se están matando por la herencia, incluso con dimes y diretes públicos. ¡Me voy a beber lo poco que tengo!