SANTIAGO Y PUERTO PLATA SIN AGUA
Ha llegado a niveles desesperantes la disminución en el suministro de agua por parte de los acueductos de Santiago y Puerto Plata, dos de las más importantes ciudades del norte del país.
El descenso de los niveles acumulados en la presa de Tavera, fuente principal de abastecimiento del acueducto Cibao Central, ha creado una verdadera crisis del agua en la segunda capital, Santiago, desde que las lluvias dejaron de caer o ser abundantes en los últimos dos meses. En el caso de Puerto Plata, donde el acueducto suple agua a sus diferentes sectores dos veces por semana, y no mucha, al descontento por el déficit se la ha venido a agregar ahora un factor irritante: la subida de la tarifa.
Algo imprudente si se toma en cuenta que el acueducto no está ofreciendo un servicio abundante ni confiable. Subir tarifa por un bien que no se ofrece es absurdo.
Aunque hablamos de Santiago y Puerto Plata, eso no quiere decir que sean los únicos lugares del país que atraviesan en estos momentos por crisis semejantes.
La falta de lluvias continuas, pese a las que han caído de manera intermitente cada vez que asoma una vaguada o una onda tropical en esta temporada ciclónica, ha tenido un impacto fuerte en las presas y represas del país.
En coyunturas como estas, lo que se impone es un estricto y racional uso del agua potable disponible y evitar su desperdicio, como ocurre en la capital donde el 50 por ciento del agua que suministra la Corporación del Acueducto se pierde por causa de fugas o de prácticas que implican su desperdicio.