_Presentación
(+) Más allá de alentar a las personas a seguir adelante, la autora busca que este libro sirva de excusa para reunir a la familia a debatir sobre algo positivo.
La cuentoterapia, como su nombre lo indica, consiste en utilizar los cuentos como terapia: poner libros y metáforas a disposición de las personas para que sean ellas quienes a partir de los valores y narraciones puedan obtener diferentes enseñanzas, dependiendo de la realidad que viven.
Así lo define Jissel Espinal, quien desde hace años se dedica al oficio, en conjunto con el ‘Design Thinking’, a través de los cuales ayuda y motiva a las personas a planificar el siguiente paso en su vida personal o carrera profesional.
Luego de varios años en los Estados Unidos, su regreso al país se debe a la presentación del cuento de su autoría “Alía, la princesa colibrí” en su versión impresa y audiolibro, historia que narra la preparación espiritual de una princesa colibrí antes de ocupar su reinado, convirtiendo al lector en su acompañante.
De acuerdo a Espinal, la idea de este libro surge a partir de una vivencia personal, que en una etapa determinada la marcó tanto a nivel emocional como profesional.
Perder a su pareja sentimental, la custodia de sus hijas, y muchas deudas por pagar son algunas de las vicisitudes por las que pasaba, mientras, según cuenta, sentía que no había ninguna forma de reponerse y seguir adelante.
En ese momento, estudiaba para obtener su certificación de cuentoterapeuta, para lo que era necesario entregar un trabajo final. Fue entonces cuando se sentó en su computador a escribir por periodos prolongados, como si en cada tecleo todos sus problemas encontraran una solución.
Espinal narra que aunque en un principio el personaje protagónico del libro era varón, luego de que su hija menor lo leyera y le dijera: “Mami, pero ese personaje tiene que ser hembra”, entendió que verdaderamente debía ser mujer, especialmente por todo lo que tiene que atravesar en la historia.
Fue entonces cuando concibió que Alía, personaje principal de la historia, era un reflejo de cada uno de sus fracasos y sus éxitos, y sin duda alguna un refugio que le hubiera gustado poder tener en los momentos en los que sintió que tocaba fondo.
Es precisamente por eso que Jissel ha decidido compartir esta historia y ponerla a disposición de quienes necesiten una voz de aliento en su vida. Con la intención de que un millón de personas puedan ser impactadas positivamente por este libro y a la vez adquirir los valores que necesiten para afrontar las situaciones que tengan que atravesar.
Otra peculiaridad del libro es que puede ser leído por toda la familia: desde los más pequeños hasta los más grandes de la casa.
Según la autora, además de alentar a seguir adelante sin importar las circunstancias, quiere que este libro pueda servir de excusa para que toda la familia se reúna a debatir sobre algo positivo, que pueda dejar una enseñanza, tanto en los hijos como los padres.
Tras ser consultada sobre qué impacto quiere causar en las personas con este cuento, expresa que su mayor aspiración no es ser reconocida o exaltada por ‘cambiar la vida’ de nadie, sino más bien que cada persona que conozca, con historias de vida diferentes a la suya, la sigan inspirando y ayudando a ser cada día mejor.