PROGRAMA OFRECE “CHANCE” PARA CAMBIAR VIDAS
Desde su creación, cientos de estudiantes de término de bachillerato han sido beneficiados con el programa 'Dale Un Chance'.
Como forma de asumir el compromiso social de reducir las cifras de casos de embarazos en adolescentes o jóvenes en actividades delictivas, problemáticas que normalmente afectan las comunidades de escasos recursos, nace el programa de pasantías ‘Dale Un Chance’.
Desde su creación, en el año 2011, esta iniciativa de la Asociación Popular de Ahorros y Préstamos (APAP), ha conseguido que 125 estudiantes de término de bachillerato procedentes de la capital, Santiago, La Romana y Hato Mayor se beneficien, ofreciéndoles a alumnos sobresalientes, pero de bajos ingresos económicos, la oportunidad de que se inserten a la empresa para hacer una pasantía y posteriormente, dependiendo su desenvolvimiento, obtener becas en universidades como Intec, Unapec y Pucmm.
Ejemplo de esas oportunidades de crecimiento que ofrecen son los testimonios de los jóvenes Alexander Féliz y Lidia Reyes, quienes pese a ser de promociones distintas y haber pasado por diferentes procesos, expresan la misma gratitud y coinciden en que sus vidas cambiaron significativamente luego de formar parte de este programa.
Alexander, quien es de la primera promoción, cuenta que se enteró del proyecto porque representantes fueron al liceo donde estudiaba en la capital para explicarles sobre las facilidades que ofrecían y de inmediato le pareció interesante.
Al entrar, se sorprendió al ver que la pasantía no sería en un área específica sino algo rotativo por todas las áreas, que fueran afines con las que querían estudiar en la universidad, que en su caso era Economía.
Sin embargo, eso cambió cuando a través de talleres y cursos de capacitación ofrecidos por mentores asignados por la empresa lo ayudaron a darse cuenta lo que verdaderamente quería estudiar y para lo que era bueno: Ingeniería Industrial, carrera que cursó y de la cual se graduó en el año 2015 en Intec.
Cuenta que a partir del período en el que se incorporó a la asociación su vida dio un giro de 180 grados, ya que además de recibir la oportunidad de hacer la pasantía allí, también pudo estudiar en una universidad de alto prestigio, que en ese momento no podía costear.
A partir de ese momento, Alexander ha formado parte de la entidad ocupando diferentes cargos relacionados con su profesión, desde donde siempre trata de motivar a las nuevas generaciones de pasan- tes para que, al igual que él, aprovechen al máximo su permanencia para crecer.
En el caso de Lidia, cuando se enteró del programa, en el año 2014, al principio estaba indecisa si aplicar o no, porque solo pensaba en la gran cantidad de estudiantes que estaban compitiendo por ese puesto, pero al final decidió intentarlo.
Una vez ingresó a APAP, narra que inmediatamente notó que su vida daría un cambio, aunque admite que en primera instancia fue un poco difícil adaptarse.
Inicialmente quería estudiar derecho, pero al igual que Alexander, al pasar por las diferentes áreas se dio cuenta que lo de ella no era eso, sino administración de empresas.
Al entrar a la universidad, expresa, su meta siempre fue dar el ciento diez por ciento para hacer que quienes le dieron la oportunidad sintieran que valió la pena, y a la vez poder sentirse orgullosa de sí misma.
Hoy, meses después de haberse graduado en menos del tiempo estipulado con Suma Cum Laude de Administración de Empresas de la PUCMM, puede decir que es una meta cumplida.
Muestra de su preparación y aptitudes adquiridas es que en la actualidad labora como empleada fija en el área de Negocios como representante de servicios.