Listin Diario

Más de primarias

- PUBLICA DE LUNES A SÁBADO Para comunicars­e con el autor orlandogil@claro.net.do Orlando Gil

UNO: A MEDIO TALLE.-

Las primarias abiertas, contrario a lo que pudiera pensarse, no es un hecho cumplido: todavía un evento por concluir. Fueron aprobadas por el comité Central en un acto relámpago, como deben superarse las discordias, e informada a la Junta Central Electoral que había requerido el dato. De si sí y de qué manera. Sin embargo, al parecer, faltan detalles, y quienes conocen el infierno saben que el diablo está en los detalles. Sucede que hay dos tiempos para la selección de candidatos. Uno el 6 de octubre para los partidos que vayan a primarias y otro el 20 del mismo octubre para las organizaci­ones que hayan decidido otra modalidad. El problema es que se teme que las novenas del 20 jueguen el 6, influencia­ndo los resultados, pervirtien­do la consulta y alterando un proceso de ley. Esa dificultad, de ser crucial, debería ser resuelta por el PLD y no por el organismo responsabl­e de las elecciones. Esto es, la Junta. Sin embargo, el sector interesado no se atreve a forzar la situación, o no quisiera librar esa lucha por sí solo, y quisiera que fuera a manos de las autoridade­s y que con el poder reglamenta­rio dispusiera­n lo mejor…

DOS: UNA DERIVACIÓN DE DISCORDIA.-

La inquietud es del sector de Leonel Fernández, o por lo menos de José Manuel Hernández Peguero, uno de sus fieles y delegado de elecciones ante la Junta Central Electoral. El problema por ahora es que Hernández Peguero no se lleva bien con Monchy Fadul, quien es el delegado político y parcial de Danilo Medina. Si no discuten el tema, si no se ponen de acuerdo, no pueden ir a la Junta con una posición unificada. Hernández Peguero no puede brincar la tablita y hacer ese reclamo como cosa suya. Si el PLD o una de sus tendencias puede burlar su propia institucio­nalidad, el órgano de elecciones seguro que no. Aunque también debe tenerse en cuenta de que la dirección comunicó de manera escrita que primarias abiertas, y solo serían abiertas si se utiliza el padrón universal de la Junta, incluso con el riesgo de que los partidos que decidirán el 20 de octubre participen en la consulta interna del 6. El PLD está obligado a carabina, y posiblemen­te Fernández y su gente no puedan maniobrar y tengan que correr su albur en condicione­s que no les sean totalmente favorables. No debe olvidarse que lo que quiere suscitarse ahora fue lo que se alegó desde el principio: que desde fuera se influyera el proceso y alterara artificios­amente el resultado…

TRES: CÁSCARA DE GUINEO.-

La idea sería que la Junta Central Electoral, al proceder a cruzar los padrones particular­es con el suyo, excluyera a los miembros registrado­s de otros partidos. Entonces el escrutinio no sería abierto: sería medio abierto. Entre abierto y medio abierto hay mucha diferencia, y se aprobó e informó de primarias abiertas. Viendo la situación con ánimo beisbolero lo que querría el bando leonelista es un extra innings, pero para que haya extra innings tiene que llegarse a la entrada nueve empates. Y ese no fue el caso del comité Central. Todo lo contrario. Como se suponían todas las carreras a favor de un equipo, el contrario se dejó ganar por forfait. No puede por tanto pedir reasignaci­ón del juego en otro estadio. Que lo que no se pudo librar en el salón Bienvenido Sandoval de la Casa Nacional ahora sí en la Junta Central Electoral. Aunque en usos del derecho el entendimie­nto entre las partes hace ley entre esas mismas partes, difícilmen­te la Junta Central Electoral se complique la vida, que ya tiene de por sí complicada, y Julio César Castaños, antes que diplomátic­o, guabinoso, y no va a meterse en camisa de once varas, que la suya --por cierto ya es muy holgada--. Asumir la causa de uno de los bandos del PLD sería pisar una cáscara de guineo, y según lo que se sabe esa fruta nunca se la ponen en la mesa…

CUATRO: LOS BUENOS MUCHACHOS.-

Como los delegados del PLD ante la Junta Central Electoral no se reúnen ni afinan posiciones, no se sabe cuál es el parecer de Monchy Fadul y Danilo Díaz sobre la inquietud de José Manuel Hernández Peguero. Aunque pensando como los locos, que ahora se descubre son los más cuerdos del solar, si las primarias se lucharon para la reelección, como se denunció en su momento, la reelección no va ahora a renunciar a su arma de destrucció­n masiva. Díaz no habla mucho de política, y parece que su trabajo en el ministerio de Deportes no le deja tiempo, o su estrategia es mantenerse al margen de lo que sería política menuda. No obstante, vale recordar que fue al actual cargo desde el Palacio Nacional, donde era uno de los asistentes del presidente Danilo Medina. Medina no iba a tener a su lado a un compañero que no fuera de su confianza, pero sobre todo de su lealtad. Y de Fadul no se diga: da reelección por todas partes, sea que esté en la capital, en Interior, o viaje a Santiago de fin de semana. ¿Para qué puede querer Fadul que habiliten a Medina que no sea para que se lance a la reelección? El niño gorjea y no se entiende lo que dice, pero eso para el extraño. El de entrecasa lo interpreta, y lo interpreta bien. Medina, aunque Fadul y Francisco Javier no gorjeen, sabe que son sus buenos muchachos…

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