EN LA FACTORÍA
Al llegar a la factoría el arroz primero pasa por una fase de limpieza, donde se le eliminan las impurezas que trae del campo (tierra, tallos y demás). Luego se introduce en unas máquinas secadoras donde lenta y cautelosamente, para que no se maltrate ni se quiebre, recibe corrientes de calor hasta por 24 horas, dependiendo de la humedad que tenga. Después se almacena en unos silos donde debe estar en reposo por dos o tres semanas o incluso más tiempo dependiendo de la variedad que sea, pues hay variedades que si se procesan de una vez al cocinarlo el arroz se vuelve pastoso, explicó Espaillat. Antes había unas variedades que debían estar entre dos y tres meses almacenadas, sin descascararlas, pero según Espaillat se sacaron del mercado porque esto dejaba pérdidas al sector. Por eso las de ahora se secan más rápido.
En la factoría el arroz pasa por al menos 13 procedimientos, incluyendo descarga, limpieza, secado (este es el más largo), almacenamiento, descascarado, separación, blanqueo, pulido, clasificación por tamaño y color, empaquetado y otros.
En un la factoría prácticamente todos los procesos los realizan las maquinarias, los recursos humanos se encargan de operarlas, explicó Ramon Antonio López, empleado de una fábrica ubicada en San Francisco de Macorís.
En esta industria hay una máquina que separa con precisión los granos de arroz rotos de los enteros, otra los separa por colores. Esta clasificación es lo que determina la calidad del producto. El que tiene roturas es el que se considera más “corriente” y el súper selecto es el que está completo casi en un 100%, precisó López.
López destaca que en una factoría no hay desperdicios, pues todos los residuos del arroz se aprovechan y se venden, hasta la paja.