Ballet Clásico Santiago: 21 años al servicio del arte
Una trayectoria de aportes culturales, la cual retrata el empeño de un gran equipo por dar más al arte en la R.D.
Más de dos décadas al servicio del arte y la cultura, desde donde varias estudiantes han salido y andan por el mundo mostrando talento con disciplina, es parte de la historia del que guarda el Ballet Clásico Santiago, una escuela de ballet que realiza diversas funciones, donde “lo más importante es el público”, y así lo expresa Norma de la Caridad García, fundadora de la escuela.
Presentaciones
Se presenta dos veces al año en el Gran Teatro del Cibao; una función de graduación en junio y otra de navidad, en diciembre. Además de estas, atienden a otras demandas artísticas, como: presentaciones, charlas, conferencias, clases, encuentros internacionales de Academias de Ballet en la Habana, entre otros.
Esta escuela produjo para Santiago de los Caballeros, el ballet “Carmen”, con el Ballet Nacional de Cuba, bajo la dirección de la primera ballerina assoluta, Alicia Alonso, en el año 2003.
Desde hacían dos años que no presentaban la función de Navidad, y este 1ro. de diciembre se realizó por todo lo alto, presentando el espectáculo de ballet: “Happy, happy, happy”, donde bailaron alrededor de 300 alumnas, de casi todos los niveles.
En esta ocasión, vino Raquel Valiente, quien es parte de la facultad del “American Tap Dance Foundation”, que es una organización internacional de Tap, a nivel mundial. Fundó, además, el programa de Tap, en el Ballet Hispánico, que siempre habían tenido flamenco. El montaje del Tap, presentado en esa función fue de ella.
Entre otras funciones, han hecho durante estos 21 años aportando a la cultura, las siguientes presentaciones: “La Bella Durmiente”, “Don Quijote”, “La Fille Mal Gardée” y “Coppelia”. Han hecho otras, dominicanas completamente, las cuales fueron remontadas al año 1920.
“La experiencia desde el punto de vista de montar espectáculos de ballet es muy diferente a otro tipo de espectáculo musical. La diferencia es en escenografía, en el personal que se utiliza, en el trabajo con las luces, incluso, la diferencia está muy dada también en las coreografías. Cada coreografía, cada historia que uno monta, por supuesto lleva detrás un trabajo gráfico y escenográfico. El ballet montado en el teatro tiene ambiente; lo que se crean son atmósferas; no es como un espectáculo musical, aunque es con música y con ballet, no es un espectáculo musical”, explica Julio Lucas Suárez, productor del Ballet Clásico
García resalta que en la actualidad tienen un público que realmente es ajeno a la academia, lo cual considera muy positivo, pues indica que están teniendo una alta aceptación. “Que venga público que no sea de la academia, porque ya saben que van a ver calidad. Es un buen indicador”, señala. Al tiempo que celebra el hecho de que, en un principio cuando la escuela inició con sus funciones no aplaudían, y ya sí, lo cual es reflejo de que el trabajo que los gestores culturales han venido haciendo con mucho esfuerzo, está dando sus frutos.