Perros rescatistas saltan del anonimato a héroes
RAMÓN MOLINA. ENTRENADOR CAPAZ DE HACER DÓCIL AL CANINO MÁS VIOLENTO
(+) Ahora Ramón Molina busca un cachorro para adiestrarlo en la detección de cadáveres, una misión que lo entristece, porque siempre quiere hallar personas vivas.
Los perros son su razón de ser, pero si se trata de adiestrarlos para búsqueda y rescate de personas atrapadas bajo escombros o perdidas en espacios de difícil acceso, recibe su mayor plenitud.
Así es Ramón Molina, el entrenador de perros de la República Dominicana, un hombre menudo, pero con un temple de acero, capaz de doblegar al perro más violento e inadaptable que llegue a sus manos y convertirlo en un verdadero héroe y protector de vidas humanas.
Explicó que su trabajo lo hace con pasión, porque cuando el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) le pregunta, “¿ahí, hay personas?”, tiene que dar la respuesta correcta, porque están en juego las vidas de personas atrapadas.
“Te imaginas que yo diga que no hay nada, cuando realmente hay personas atrapadas. Estamos hablando de vidas humanas y con eso no se juega. Pero te imaginas que yo diga hay, cuando no hay, entonces los equipos perderán tiempo en una zona, dejando de lado otras áreas donde personas necesitan ayuda”, comentó.
“Mis perros y yo somos un equipo 50-50, pues ellos no pueden trabajar sin mí, pero yo tampoco puedo trabajar sin ellos. Estamos conectados en un trabajo serio y siento mucho placer cuando podemos salvar una vida que no tenía esperanza”, dijo. Ramón Molina empezó a entrenar perros de manera empírica, pero el amor que siente por estos animales y la pasión de rescatar personas, lo llevaron a viajar por el mundo para conocer a los canes y a estudiarlos a profundidad para moldearlos de acuerdo con la necesidad. Molina, quien antes era bombero, graduado en la escuela de Arte y Oficio, viajó a México, Colombia, Bélgica, Holanda, Estados Unidos, Francia, República Checa, entre otras naciones, para aprender a adiestrar perros y logró convertirse en un experto entrenador.
Creó la organización Búsqueda y Rescate de República Dominicana, la cual se dedica al entrenamiento de los perros para búsqueda y rescate, y el servicio que presta a la ciudadanía es sin costo alguno.
Siempre tiene los celulares disponibles y al servicio de los organismos de sororro, y no importa cuán lejos y agreste sea el camino para llegar al lugar donde hay que salvar una vida.
“Yo hice mucho sacrificio, porque eso era lo que me gustaba. Yo empecé a estudiar ingeniería, pero me di cuenta que eso no era lo mío y desistí”, comentó.
Molina tiene en su casa una jauría conformada por 32 perros, dos de los cuales son expertos en búsqueda y rescate de personas atrapadas. De hecho, la perra Juno encontró tres cadáveres bajo los escombros dejados por la explosión de la empresa Polyplas en el Distrito Nacional.
Dijo que cuando uno de sus perros encuentra una persona atrapada, es invadido por una excitación como si se tratara del rescate de uno de sus cachorros, por lo cual describe que el hallazgo los canes lo reciben como una expresión de cariño.
“El amor por los perros nació en mi niñez. Yo soñaba con ser entrenador. Yo veía la película de Tarzán y me gustaban los animales. De ahí tuve la visión de hacerme entrenador de perros y es mi gran sueño realizado. Siento que soy el hombre más feliz del mundo”, agregó.
Dijo que se emplea literalmente en cuerpo y alma al entrenamiento de los perros y quiso hacerlo sin importar que los frutos que recibiera no fueran dinero en efectivo, sino salvar una vida.
“Esto es algo muy serio. Se ve bonito el trabajo, pero si usted no tiene el corazón para asumir la responsabilidad de una vida, no se meta en esto. Cuando yo entro al terreno y el COE me pregunta hay o no hay personas atrapadas?, ahí es cuando tengo que dar el todo por el todo”, agregó Molina.