Stephany Kim
En medio del ruido por los torneos locales rimbombantes y la parafernalia de los eventos internacionales (el regreso de Tiger al podio, la Ryder, The Match, etc.), se nos ha escapado destacar la gran actuación que ha tenido en este año la juvenil Stephany Kim.
Creo que no hay en el país ni amateur ni profesional un golfista local que se haya destacado tanto a nivel nacional e internacional como Stephany (a excepción de Juan José Guerra). No solo ejerce un dominio total en su categoría jugando individual, sino que cuando compite junto a su hermano Anthony en cualquiera de los torneos sociales locales, es una casi segura carta de triunfo.
A sus trece años Stephany fue reconocida como la jugadora del año 2016 del U.S. Kids, lo cual le mereció el reconocimiento de la organización premiándola con un viaje a jugar en el ProAm del Honda Classic. Ese año había sido doble ganadora a nivel nacional en el stagemas exigente de ambos tours, triunfando en el nacional juvenil y en el nacional de mayores, lauros que conquistó en dos ocasiones consecutivas. Hace un mes, ahora con 16 años,llegó quintaen un field de 53 jugadores de toda América Latinajugandoel Annika Invitational Latin America que se celebró en Argentina.En esas tres rondas, Kimcolocó tarjetas de 73+69+72, terminandocon 214 golpes compitiendo antelas mejores jugadoras amateursdel área. Su mas reciente logro es uno de los más impactantes del año, cuando obtuvo el primer lugar en el recién celebrado Caribbean Championship del U.S. Kids que se jugó en la combinación de Hacienda-Arrecife de La Cana. Kim hizo algo que hay que destacar y es haber hecho dos rondas sin bogeys, para un 66 el primer día y un 67 el segundo, totalizando 133 golpes para terminar -11. Eso amigos es sencillamente extraordinario. Recuerden, Steph sólo tiene 16 años, pero su madurez mental y su aplomo en el campo la han convertido en una verdadera máquina de hacer score.
Hay que destacar la gran valía que han sido sus padres en el desarrollo del juego de la Kim. Siempre los vemos detrás de su pupila, dando seguimiento a sus pasos y apoyándola, no solo físicamente sino moralmente. La próxima vez que usted vea a Steph quítese el sombrero, pues ya sabe que tiene en frente una gran promesa de nuestro golf. ¡Mantengan la bola en el fairway!