Condenan
Un tribunal argentino condenó ayer a entre 10 y 15 años de prisión a dos exdirectivos de la filial local de Ford Motor Co. y a un exmilitar por el secuestro y tortura de 24 trabajadores de la automotriz en un juicio histórico que probó la connivencia del poder empresarial con la última dictadura militar.
Santiago Omar Riveros, exjefe de un cuerpo del ejército, fue condenado a 15 años de prisión; Héctor Francisco Sibilla, responsable de seguridad de la planta de la automotriz estadounidense en la localidad de General Pacheco -al norte de la capital argentina- a 12 años y Pedro Müller, exgerente de Manufactura, a 10 años. Una vez leído el fallo los familiares de las víctimas que asistieron a la audiencia estallaron en aplausos.
Los jueces del tribunal consideraron que Riveros es coautor mientras que los dos civiles son partícipes necesarios de delitos de lesa humanidad como allanamientos ilegales, privaciones ilegítimas de la libertad -agravadas por actos de violencia y amenazas- e imposición de tormentos. Los abogados querellantes y la fiscalía habían pedido 25 años de prisión para los imputados, que se proclamaron inocentes.
Este caso es el primero en llegar a una condena por la colaboración de empresas con la represión perpetrada por los militares durante la dictadura que gobernó Argentina de 1976 a 1983. El juicio comenzó hace un año.
Los condenados pueden apelar las sentencias.
AP intentó contactarse con la filial de la automotriz para conocer su opinión sobre las sentencias pero no tuvo éxito. Según el fallo, 24 trabajadores de Ford sufrieron torturas durante varias horas luego de que el ejército irrumpió en 1976 en la planta de la automotriz. Nueve trabajadores permanecieron más de un mes en condición de desaparecidos, sin que sus familias supieran nada de ellos.