Propósitos 2019
Para Rafael (Fafa) Taveras. El valida la historia, porque es un trozo de ella.
Este En Plural es el primero del nuevo año y decidí escribirlo con bríos, aunque sin renegar de una vejez que ya asumí formalmente en mi artículo pasado.
Me fundamento para seguir animosa en la brega, pese a mi envejecimiento ya asumido, en una máxima que el Papa Francisco citó, como pensamiento de la paremiología africana: “Los jóvenes caminan rápido, pero los viejos conocemos el camino”.
Porque he transitado por mucho tiempo ese camino escribiré este año, espero que sin tropezar demasiado, sobre algunos problemas que ha dejado sobre el tapete el 2018 y que están aún sin resolver.
Escribiré también sobre los problemas inéditos que irán apareciendo en lo que el 2019 avanza.
He vivido mucho, he sido maestra, también desempleada, sindicalista, ministra, conozco pues la arepa del poder, desde arriba, ejerciéndolo, y desde abajo, oponiéndome a sus excesos.
La experiencia, y las meditaciones sobre ella, son unas buenas herramientas para analizar los problemas; aunque en sus formas sean diferentes, son, serán en su mayoría, efectos de las causas, que no se corrigieron a tiempo y fueron incubando productos cada vez más dañados.
Pero la experiencia y la reflexión no serán suficientes; aunque seamos viejos, debemos continuar estudiando.
Así, nuestras neuronas, como lo explica la neurociencia, adquirirán suficiente elasticidad para borrar lo superfluo y hacer espacio a los desafiantes saberes de la posmodernidad.
La ciencia y la tecnología serán un aporte para entender, sin los prejuicios que nuestra experiencia pueda dejarnos, los dilemas que se salen de lo conocido, porque presentan laberintos aun no explorados.
Sé que valorar la experiencia, vale decir el pasado, como instrumento de análisis en el presente, no agrada a mi gran amigo Fafa Taveras, quien se ha “convertido” en un “fan” de estudiar el hoy, sin referencias de lo que ayer haya sido. ¿Pero cómo puedo hacerlo, Fafa, si aceptando ese criterio, estoy negando un pedazo de historia encarnada en ti mismo?
La comparación, es un elemento, no el único ni el más exacto, por supuesto, para percibir lo que falta o que le sobra a las actuales formas de existencia. Y también, lo que persiste, Fafa, pese a las innovaciones de las TIC’s, los habitantes de este planeta, y de este país particularmente, somos, aunque andamos con una tableta, o con un celular en las manos, los mismos bípedos recién erectos, que conservamos aun competencias de la ferocidad de la selva.
Al hablar de estudiar lo nuevo, me refiero a indagar, a investigar.
Todos y todas podemos y debemos hacerlo, si queremos llegar a las verdades, directamente sin pasar por el espinoso sendero de las bocinas y sus pos verdades.
Esta investigación no debe ser hecha en clave de “yo”, sino en un “nosotros” participativo que se vuelve militante, porque quienes sufrimos la situación que se analiza, nos empoderamos cuando razonamos entre todos, y renegamos, con los ojos ya abatidos, de las pos verdades, o sea los cuentos que se relatan para dormirnos.
Esa investigación que haré este año, pretendo que sea colectiva, quisiera, y es uno de mis principales deseos para el 2019, que el partido en el que milito, el PRM, me acompañe barrio por barrio, comunidad por comunidad, dialogando con ciudadanos que deben pasar de pasivos a activos.
Lo que para mí es un propósito personal, para sentirme útil en los últimos años de mi vida, para el partido que encabeza la oposición debiera ser el compromiso asumido antes de llegar al poder para cumplirlo cuando se ganen las elecciones poniendo en práctica el gobierno compartido de Peña Gómez, aviesamente interpretado pero no comprendido ni asumido hasta ahora.
“Lo mejor de lo nuevo y lo mejor de lo viejo”, decía Peña Gómez.
Aunaré, lo nuevo de la tecnología con las experiencias que extraigo de la historia que ya se hizo, para elaborar las hipótesis que me permitan junto a mi partido y a la ciudadanía activa conocer a fondo los problemas y las rutas, presentar propuestas y cuando se tenga el poder resolverlos en base a decisiones también compartidas. Es decir, seguir haciendo historia.
¿Qué opinan mis lectores de mis propósitos? Comuníquenmelo.