Posibles sanciones de EU a RD
El pasado miércoles el influyente diario norteamericano Miami Herald trajo la información de que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, está evaluando la posibilidad de aplicar sanciones a la República Dominicana, Nicaragua y El Salvador para impedir que China, potencia con la que estos países han hecho relaciones diplomáticas recientemente, pueda aprovecharse de las facilidades que este Tratado le da en las exportaciones de bienes y servicios a los Estados Unidos.
La información está calzada por un reputado periodista acreditado en la Casa Blanca y cita a altos funcionarios del gobierno enmarcando a nuestro país con Nicaragua, país con el que según advierten ha habido una creciente instalación del autoritarismo político que está generando preocupación en Washington con la perpetuación indefinida de su presidente Daniel Ortega.
La información de la posible sanción de Estados Unidos decretando la expulsión de RD del DR-CAFTA se produjo horas antes de la juramentación del dictador Nicolás Maduro en Venezuela, a cuyo acto solemne fue enviada nuestra embajadora acreditada en ese país, lo que implica claramente un reconocimiento de Nicolás Maduro como Presidente de Venezuela. El gobierno, sin embargo, en una actitud incongruente con la asistencia a la toma de posesión de Maduro, votó en el Consejo Permanente de la OEA con los países que no le reconocen legitimidad al dictador venezolano. A pesar de ello, en el orden práctico han quedado intactas las acreditaciones de los embajadores de ambos países, lo que, en los hechos, se traduce como un reconocimiento del gobierno dominicano al dictador Maduro, hasta este momento. El gobierno de Danilo Medina se encuentra, a mi juicio, atrapado en una situación conflictiva y en compromisos asumidos con China al suscribir un Acuerdo de Consulta Política que criticamos como inconstitucional en ocasión del viaje del mandatario a esta nación. El pueblo dominicano merece saber lo que está ocurriendo. China, dirigida por el Partido Comunista Chino, tiene un interés estratégico geopolítico esencial en América Latina y el Caribe, que es consolidar a Nicolás Maduro en el mando de Venezuela y a Cuba, cuyo gobierno tiene hoy pleno dominio y mando en el Palacio de Miraflores.
China prometió al gobierno dominicano préstamos y donaciones de los cuales no se ha vuelto a hablar después que el presidente Danilo Medina regresó al país de su viaje al gigante asiático. El desconocimiento de Maduro por parte del presidente Danilo Medina implicaría un grave trastorno en su relación con China y sus compromisos asumidos previamente. Estados Unidos, por su parte, tiene información de todos los acuerdos de RD con China y, junto con 14 países del Grupo de Lima, encabezan hoy una ofensiva de aislamiento internacional de la dictadura madurista. Se trata, pues, de algo similar a la época de la guerra fría que se está volviendo a producir en la región.
La Fuerza Nacional Progresista (FNP) advirtió cuando de manera intempestiva y poco cortés el gobierno dominicano rompió sus relaciones con Taiwán para iniciar las relaciones diplomáticas con China, que el momento escogido fue inoportuno, ya que era un hecho conocido la confrontación China-Estados Unidos, no sólo económica, sino geopolítica y que eso podría traerle graves consecuencias a la República Dominicana y a su economía. Cuando dijimos eso desde nuestro partido, no se nos hizo caso y se entendió que estábamos desfasados en nuestra crítica al gobierno con el tema de China.
Hoy la información de Washington nos da la razón, y de qué manera. Una eventual expulsión de RD del DR-CAFTA sería un golpe tremendo a nuestra economía y a nuestra estabilidad social y política, lo que debió ser previsto por el Gobierno dominicano antes de dar el paso de establecer relaciones con China, que, según informaciones de que disponemos, fueron ayudadas a conseguir por el Gobierno de Cuba y el Gobierno de Venezuela, bajo la promesa de que fluiría mucho dinero en préstamos y donaciones para instalar un nuevo proyecto reeleccionista.
El Palacio Nacional ha tratado de minimizar el impacto político que tiene la información del Miami Herald porque están conscientes de la gravedad de la misma, que llega en un momento que representa un tiro de gracia a los planes de algunos de querer perpetuar a Danilo en el poder, emulando los modelos de Daniel Ortega, Evo Morales y Nicolás Maduro. Es obvio que en esta coyuntura internacional es impensable montar un modelo similar trastocando las instituciones democráticas de la República Dominicana, lo que cierra evidentemente toda posibilidad al gobierno de nueva reelección.
Las próximas semanas despejarán las dudas en cuanto a que si lo de Nicolás Maduro en la OEA fue un “allante”, como decimos los dominicanos, para calmar a los norteamericanos sin ninguna consecuencia práctica en el aspecto vital, que es el reconocimiento de Maduro como Presidente de Venezuela.