Lo que tengo es fuerte gripe
Afectado como estoy de una gripe fortísima me he dedicado a ver televisión. Hasta largos comerciales he visto. Cada uno de ellos dedicados a vender la idea que el producto promovido es mejor y desacreditan la competencia. Recurren a personas conocidas o famosas o cualquier estratagema con el fin de persuadir. También he visto las campañas sucias que levanta la guerra política y el uso de encuestas de gabinete. Son maquillajes especiales con el mismo fin.
Una de las cosas que me llamaron la atención fue que los dominicanos se quieren ir por miedo a la delincuencia. No saben si tienen o no uniformes los que nos atracan.
El tema de la haitianización es preocupante, aunque para el ministro de Interior es una manifestación de insensibilidad hacia los haitianos de parte de los dominicanos. Este Monchi Fadul no pega una. Hasta está convencido que la delincuencia es una falsa percepción de los ciudadanos y por eso quiere la reelección para que las cosas sigan igual. Hubo una encuesta donde colocan a David Collado desplazando a Luis Abinader de la primera posición en la intención del voto de los perremeístas. Que en esa encuesta supere a Leonel Fernández no es dudable porque es artículo pagado, pero se les fue la mano cuando entran en la órbita de Abinader. Collado tiene simpatías, pero para ser candidato presidencial tiene contar con atractivo nacional. Su presencia es básicamente en el Distrito Nacional. Para nada me voy a enfocar en la encuesta sobre la preferencia hacia Danilo quien padece del atosigo de sus parciales ministeriales para que continúe a caballo. Le quieren hacer olvidar que los hombres y las acciones no son como inician sino como terminan.
La grasa presidencial marca erario es multiuso. Sirve tanto para marear, engordar o embriagar. Es una droga que borra el respeto a los acuerdos, enturbia la percepción de las consecuencias e induce al suicidio moral. Conocido es que los endrogados tienden a violar la ley porque se creen por encima de ellas y padecen intolerancia a las ideas ajenas. La gripe me llevó al absentismo. En reclusión me han llegado muchos correos preguntando si tengo parálisis en los dedos o si me aburrí de advertir que el continuismo lleva a la dictadura. Nada de eso, estoy muy agripado, pero mejorando. Volveré a las andadas y defender la vigencia de las bocinas pagadas.