La fe de Duarte

Todavía quisiera en este mes, en esta semana, insistir sobre la relación con Duarte, en estos días que preceden al nuevo aniversario de su natalicio: La fe de Duarte.

La fe de Duarte es algo que me parece maravilloso. Duarte tuvo fe abiertamente en Dios, en Cristo, y se manifiesta en todo lo que él dice. Vale la pena recordar esas manifestaciones de Duarte, cuando él recoge el lema: “Dios, Patria y Libertad”.

Duarte era un laico, un político, pero con Dios. De Duarte no se puede decir que era un laico sin Dios, ya que era un laico muy comprometido, y lo vuelvo a repetir: era un laico con Dios. Duarte aparece con su fe en Dios. Su fe es grandemente manifestada.

Nunca puedo olvidar, y lo repetiré muchas veces, que el profesor Juan Bosch recordaba que una de las grandes manifestaciones de la fe de Duarte era la fe en el pueblo dominicano. Hay que recordarlo: Duarte creía, tenía seguridad de que este pueblo podía salir adelante. A veces se piensa que la fe solo se reduce a Dios; hay personas que no creen en el pueblo dominicano, no creen que podemos salir adelante y repiten: este pueblo no va para ninguna parte, no sirve.

Duarte jamás diría eso, Duarte -igual que los grandes discípulos de él-, repetimos: Creemos que este pueblo –a pesar de sus fallos, de sus deficiencias, a pesar de que tiene hombres y mujeres corruptos, a pesar de todo esto– tenemos fe en que el pueblo dominicano siempre puede salir adelante y lo ha demostrado a través de la historia.

La fe de Duarte nos anima a tener fe en Dios; fe en Jesucristo; fe en los valores; fe en el pueblo dominicano, y fe, porque siempre podemos seguir adelante.

En el mes de la Altagracia, renovemos nuestra fe en todos los sentidos.

Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.