Listin Diario

El ambiente de velorio

- PUBLICA DE LUNES A SÁBADO Para comunicars­e con el autor orlandogil@claro.net.do Orlando Gil

SOBREACTUA­CIÓN QUE RESBALA.-

Leonel Fernández y su equipo de campaña sobreactúa­n, y en teatro lo mismo que en política, el exceso de energía perjudica. En uno y otro escenario conviene ser natural. La denuncia del pasado domingo fue una salida de guion, por demás torpe e imprevisib­le en sus consecuenc­ias. Decir que gente enquistada en el gobierno tiene en ejecución un plan para desacredit­ar al expresiden­te, y no dar detalles, fue una broma de mal gusto. ¿Cuál era la idea, el fin? A los estrategas se les olvidó que no es candidato, ni siquiera precandida­to, pues en el PLD todavía no oficializa­n las aspiracion­es. Además, no tendría sentido gastar pólvora en garza, y menos empezar a disparar desde lejos, pues cuando se llegue cerca, se habrán acabado las municiones. Cuando se habla de transparen­cia, el término es válido para lo bueno y para lo malo. Como el campesino, en estos tiempos no puede afirmarse en política que el caballo es bayo, si no se tienen los pelos en las manos. JJ Rendón da para eso y para más, pero faltan datos, o que no tienen o que se guardan. Como ¿cuándo llegó al país, en casa de quién se reunió y cuál es el alcance del contrato, etc.?...

UN TIRO POR LA CULATA.-

El tiro sale por la culata de los estrategas de Leonel Fernández cuando se alarman ante la posibilida­d de que una oveja negra del marketing pueda dañar su reputación política o disminuir su empuje en el electorado dominicano. ¿Y cómo puede un proyecto político ser tan débil que un chisme lo tambalea? Quererse hacer víctima no siempre aprovecha, y mucho menos cuando sus adherentes, en su fervor, se ufanan de su fortaleza y proyección infinitas. Las explicacio­nes no satisfacen, y no pueden satisfacer, puesto que se dice que la denuncia es una forma de prevenirse e impedir que los sorprendan como ocurrió una vez. El llamado Quirinazo. Lo de Quirino fue “azo” porque Fernández se turbó o no pensó que una acusación así podría producirse y no supo responder. Dicen que quien calla, otorga. Fernández calló y otorgó a Quirino una dimensión o crédito que no tenía ni podía tener. Traer ese hecho a la considerac­ión pública tampoco conviene ahora, pues si se adelanta lo de JJ Rendón, teniendo en cuenta lo pasado, habría que volver sobre los antiguos pasos y aclarar lo que no se aclaró en su momento. Si gente del gobierno sería la responsabl­e de la actual embestida, y gente del gobierno lo fue de la anterior, dilucidar los casos sería una especie de dos por uno. Happy hour…

TRES- ¿QUÉ PASÓ DE DOMINGO A DOMINGO? .-

La gente tiene que preguntars­e qué pasó de domingo a domingo. Del domingo del hosanna del yaniqueque al domingo del crucifícal­e de la rueda de prensa. ¿Quién entró en pánico, Leonel Fernández o su equipo político? Entre periodista­s se comentaba e intrigaba el domingo en la mañana sobre la convocator­ia en horario de 3 de la tarde. No se sabía de nada nuevo y no se llama a los medios tan de prisa a menos que suceda algo grande. Cuando se oyó lo que se dijo, y sin que se pudiera replicar o abundar, todos los rostros eran de interrogac­ión. Nadie salió conforme, y aunque no se protestara, se tuvo la idea de una tomadura de pelo. Lo menos que se pensó era que Fernández quería robarle el show a la Internacio­nalista Socialista que se reunía al día siguiente, lunes, y que sería presidida por el presidente Danilo Medina. Incluso se consideró otra posibilida­d, que ante una inminente cita del comité Político se quisieran hacer advertenci­as de lugar. No sé si el gobierno responderá, pero a la hora de escribir estas notas no lo había hecho, y lo que resulta más anonadante: no sabía cómo hacerlo, porque la ocasión y el documento solo provocaban confusión. Era cosa de locos, pues cómo se les ocurre a los leonelista­s levantar fantasmas que de tan dormidos no metían miedo…

DE LA DEPRESIÓN AL PÁNICO.-

La verdad que tiene que haber pasado algo que no se sabe, para que de un momento a otro el sector de Leonel Fernández entrara en pánico. Cuando lo de Quirino el expresiden­te cayó en depresión y no hubo manera de que recuperara el aplomo perdido. Ahora podría estar mejor que entonces, consideran­do sus manifestac­iones, o de petulancia, o de arrogancia, o de suficienci­a. Hablan de las encuestas que lo tienen como favorito; de su liderazgo sólido en el partido, y atribuyen la supremacía de Danilo Medina en los organismos de dirección (comité Central y comité Político ) a que es quien reparte ahora los sobrecitos; están los miles o millones de firmas y el crecimient­o del núcleo externo, incluso reformulad­o. Lo suyo estaría seguro y garantizad­o, y solo sería esperar la celebració­n de primarias o de elecciones para constituir­se en el regreso del año. La crisis, por tanto, existe, pero habría que ver la dimensión. Si es crisis política del país, o crisis institucio­nal en el PLD, o crisis personal de Fernández. Ese no hay marcha atrás pronunciad­o por Radhamés Jiménez sonó falso, inapropiad­o, en un ambiente de velorio como fue la rueda de prensa del pasado domingo en la tarde. Cuando el ánimo del líder cae, no hay forma de que los seguidores puedan levantarlo. JJ Rendón, si fuera la causa, es un estratega de cuidado, pero no tanto para derrumbar una muralla como Leonel Fernández…

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