Por más community managers

Este lunes 28 de enero se ha celebrado el Día Mundial del Community Manager (se celebra el cuarto lunes de enero), la profesión con aquel perfil “confuso” que nació hace casi 10 años para dar una presencia coherente a las empresas en las redes sociales.

Lo de “confuso” es porque antes se sabía muy poco de este rol. Se pensaba que no era necesario pagarle a alguien por estar en Facebook o Twitter. Y se entendía que esto lo podía hacer cualquier persona.

El panorama no ha cambiado 100 por ciento en cuanto a cambio de mentalidad de algunas organizaciones, pero por lo menos ahora hay una intención de contar con alguien con un mínimo de preparación para ser el rostro de sus productos en los canales sociales, que cada día cuentan con una audiencia más activa y exigente. Como algo nuevo en el entorno de las empresas, el perfil de un encargado de comunidad está dando sus pasos, pero aún se puede ver a personas que manejan una cuenta sin cualidad para hacerlo. El encargado de comunidad es hoy por hoy un ente importante dentro de las instituciones no porque publica en las redes sociales, sino porque es quien tiene que dar las alertas, conocer a su audiencia y lograr que interactúe, y esto es algo difícil de conseguir, sobre todo en una era en la que la audiencia no calla nada, es muy buena reconociendo lo malo y más tímida para enaltecer lo bueno.

Felicidades a aquellos que ponen su creatividad, entusiasmo y sentido común al trabajo que realizan a diario, estas cualidades van más allá de los conocimientos académicos, y ojalá que este rol sea tomado con más seriedad dentro de las organizaciones que aún no lo miran como una inversión necesaria. Y ojalá que también haya más community managers.