PLD no será como antes

UNO: LA OTAN EN ÁNIMO DE CONSULTA.-

La OTAN se reunió de manera ordinaria el pasado lunes, pero teniendo en cuenta que Europa estaba en situación de emergencia. El Pacto de Varsovia había movido tropas el domingo y se imponía discutir –por lo menos-- la oportunidad, posibilidad o conveniencia de una respuesta. No hubo que llevar agenda, pues la agenda llegó por sus medios y se sentó a la cabeza de la mesa: El alarido de muerte o grito de guerra del equipo político de Leonel Fernández y la necesidad de convocar al comité Político. De entrada se dieron por sorprendidos, todos, pues interpretaron la denuncia como una acción temeraria, casi suicida. Aunque sin tener claro si era una huida pretextada o un avance inexplicable. Una cosa es la consigna de “No hay Marcha Atrás” y otra quemar las naves como Hernán Cortés en México o trazar la raya de Francisco Pizarro en Perú. La cuestión no era fácil de asumir. ¿Por qué Leonel Fernández quería jugarse el todo por el todo en enero, y no en marzo o en junio? Lo bueno del caso es que el presidente del partido conoce a cada uno de los miembros del comité Político, y en especial de la OTAN, y viceversa…

DOS: CONFUSIÓN DE LENGUAS.-

El encuentro fue movido y por momentos se pareció al Show del Mediodía, queriendo todos hablar al mismo tiempo. Qué había que hacer esto o lo otro, pero todos condenando la actitud del grupo, al que consideraron –entre otras cosas– irrespetuoso y desconsiderado, pues la acusación fue interpretada como dirigida al presidente Danilo Medina. Aun cuando el vocero Radhamés Jiménez y el documento hablaron de “gente enquistada en el gobierno”. Una distinción difícil de hacer, pues nadie en su sano juicio puede pensar que funcionarios que no pertenezcan al núcleo cercano al presidente Danilo Medina, se atreverían a dirigir esa línea de combate. No solo el mandatario es celoso de su autoridad, sino que si los propios no son capaces de salirse del carril, menos los extraños, por muy conectados que estén con las alturas. Como el pleito es con el sector danilista, y por fuera se hizo alusión a experiencias anteriores, los leonelistas no podían referirse más que a sus oponentes reales. Así lo entendió el país, y así –también-- los danilistas. La no respuesta del gobierno intriga, y hay quienes o saben o piensan que hubo aclaraciones por medios oficiosos para que la percepción fuera una, pero la realidad otra…

TRES: NO QUISIERON FORZAR EL MINGO.-

Jaime David Fernández Mirabal llegó a la reunión como el loquero del pueblo, queriendo poner camisa de fuerza a los compañeros que habían perdido el juicio. Reiteró los términos de la carta que había enviado al presidente Leonel Fernández y al secretario general Reinaldo Pared para que convocaran al comité Político para el lunes que viene, 4 de febrero. No se sabe si los máximos directivos del partido le respondieron, ni qué, pero la propuesta de Fernández Mirabal, después de discutida, fue dejada de lado. Lo menos que se dijo fue que si se reunía el CP en esas condiciones, se dividía el partido. Leonel Fernández no iba a aguantar ese foete, esa exigencia de pruebas, y podía aprovechar la ocasión para abandonar el encuentro a la manera de Juan Bosch la Comisión Permanente del PRD. Una cosa es hostigar a Franklyn Almeyda y otra muy diferente sería someter a juicio a Leonel Fernández. La prudencia hizo su aparición, calmó un poco los ánimos y se aprobó con resabios que lo del CP no fuera por ahora. Incluso hubo una sugerencia de soldado: procurar la opinión del presidente Medina, puesto que no es posible variar la táctica sin que el capitán conozca el movimiento y lo apruebe...

CUATRO: NUNCA VOLVERÁ A SER COMO ANTES.-

En todo caso la acusación del pasado domingo y el desahogo de la semana sirvieron de catalizador. La lucha dentro del PLD no es ni podrá ser igual. Los boxeadores se pesaron y se midieron y ya no necesitan cuadrilátero ni cartelera ni fecha. En cualquier encuentro se vuelan, se van arriba, pues si no hay árbitro ¿a qué jurado o campana? JJ Rendón, por lo que sé, les subió los vidrios a Leonel Fernández y compartes. O por lo menos eso dio a entender con un tuit. Ahora dirán que la denuncia logró su cometido, que los bellacos del danilismo se recogieron y no se atrevieron a lanzar las primeras piedras. En política siempre hay formas de quedar bien, aunque a veces solo el intento. Los leonelistas en esto son como el pastorcillo alarmista que cuidaba las ovejas de la aldea, pues no es la primera que se lanza un alerta que resulta fallido. El lobo estará ahí y querrá comerse las ovejas, pues esa es su naturaleza. Ahora ¿hasta dónde pueden aprovechar a los leonelistas sus denuncias en el aire? Ya les sacaron la cuenta, y al parecer una cada seis o siete meses, pues antes de esta de enero, hubo una en mayo del año pasado, con las mismas características e igual intención. No obstante, y es lo que importa, Leonel Fernández superó el pánico y el próximo fin de semana reinicia sus actividades de campaña…