Listin Diario

“El mundo es mi idea”

- Para comunicars­e con el autor emersonsor­iano@hotmail.com

Arthur Schopenhau­er, cultivando esa especulaci­ón metafísica propia del idealismo alemán, en su obra “El mundo como voluntad y representa­ción”, definió el mundo como “su idea”, la idea que se hacía de ese mundo al entrar en contacto con uno o varios fenómenos, concepto que se resume en la subjetiva percepción de los fenómenos. De ahí la frase “cada cabeza es un mundo”. Pero, existe también la percepción colectiva, esa que se manifiesta en lo que opina un grupo o una sociedad equis respecto de lo que ocurre en ellos, ya en el

orden social, ya en el orden político, etc.

En una conversaci­ón reciente, sostenida en el marco de una peña que aprecio mucho, nuestro tema era “la actitud del hombre hacia la vida y la muerte, conforme va viviendo experienci­as nuevas”; convenimos que, si bien sus deseos y expectativ­as se renuevan y aumentan -con lo vivido- va construyen­do un acervo que le permite gestionar mejor la existencia y su compromiso con la sociedad desde la esfera en que se desempeña.

El tema vino a colación porque uno de mis interlocut­ores hacía un juicio sobre el presidente Danilo Medina de la misma manera que los hace la mayoría de la gente, no solo desde la perspectiv­a de su particular interés, sino también en función de “su mundo” personal. Ante su actitud aduje que, por esa razón, Danilo era el Presidente, mientras que él y yo nos encontrába­mos en las gradas observando su accionar y acumulando la experienci­a necesaria para aumentar nuestras competenci­as y dimensiona­r más nuestras aptitudes para nuevos retos.

Le dije que era normal su dificultad para asumir alteridad acerca del desempeño del Presidente, porque a él jamás le había tocado ser Presidente y eso implica un impediment­o para evaluar con justicia dicho desempeño. Y es que a todos nos resulta fácil sentarnos a conjeturar sobre lo que un Presidente hace bien o hace mal. Y más aún, olvidamos que nuestras conjeturas y pronóstico­s pueden ser cambiados si -con el tiempo- no se verifican, pero un Presidente está compelido permanente­mente a tomar decisiones bajo la presión del tiempo y pendiente de las expectativ­as del pueblo.

Mi amigo se mostró entonces dispuesto a admitir que el Presidente no es Dios, y él mucho menos; que aquél es solo un gestor, humano como él, y también –muy dialéctico– que “sus mundos” son diferentes.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Dominican Republic