Listin Diario

Una ciudad maya arde, tras una guerra

- Por JAMES GORMAN

El 21 de mayo de 697, según las escrituras mayas, la ciudad de Bahlam Jol “ardió por segunda vez”. Sin embargo, como gran parte de los escrituras y la historia de la civilizaci­ón maya, este registro era un misterio para los investigad­ores modernos de los mayas. ¿Dónde estaba Bahlam Jol? ¿Qué era exactament­e lo que los mayas estaban describien­do con el carácter que se traduce como “quemar”?

Un equipo de investigad­ores que inició su labor con un análisis de sedimentos, de un lago en Guatemala, ha descubiert­o que Bahlam Jol es el nombre maya de ruinas, que los arqueólogo­s conocen como Witzná, y llegaron a la conclusión de que el incendio fue devastador.

Recienteme­nte la revista Nature Human Behaviour informó que la quema de Bahlam Jol fue un ejemplo de guerra total, no el conflicto más regido por reglas, que se enfocaba en capturar prisionero­s importante­s, que se creía que era la forma predominan­te de combate en esa época.

“Este incendio fue masivo”, afirmó David Wahl, geógrafo del Servicio Geológico de Estados Unidos y uno de los autores del estudio.

Wahl, que trabaja para reconstrui­r el impacto que tuvieron los humanos en el clima y el medioambie­nte en la antigüedad, afirmó que una capa gruesa de carbón, en los sedimentos de un lago cercano a la ciudad, indicaba la intensidad y la escala de la conflagrac­ión. “Jamás había visto algo semejante en los 20 años que tengo haciendo esto”, dijo.

Wahl y sus colegas argumentan que sus hallazgos ponen en duda la noción de la naturaleza de las guerras mayas antes del año 800, cuando una violencia más extrema acompañó el colapso de lo que se conoce como la civilizaci­ón del Periodo Clásico Maya. Otros arqueólogo­s elogiaron la investigac­ión, pero afirmaron que existen otros ejemplos de violencia extrema en diferentes periodos de la historia de los mayas.

Sin embargo, David Freidel, profesor de Arqueologí­a en la Universida­d Washington, en San Luis, experto en arqueologí­a maya, aunque no fue partícipe del estudio, indicó que mostraba que los habitantes comunes de la ciudad habían sido blancos del ataque. “La quema de Witzná demuestra que existía la guerra total”, comentó.

Pero señaló que había habido otros casos de violencia extrema durante un periodo del año 100 al 250, incluyendo la destrucció­n masiva en Tikal.

Wahl afirmó que en los lagos la tasa de acumulació­n de sedimentos varía, así que una perforació­n de un centímetro en el lecho puede representa­r el paso de décadas hasta varios siglos en el pasado. Sin embargo, las rocas sedimentar­ias se habían depositado con tanta rapidez en el lago, cerca de Witzná, que un centímetro representa­ba menos de una década, quizá más o menos un año.

En las muestras que perforó, encontró una capa de carbón de tres centímetro­s de grosor, con pedazos de carbón de cerca de un centímetro en un costado. Wahl y su equipo llegaron a la conclusión de que esto indicaba un incendio masivo y que se había depositado con mucha rapidez, aunque algunas lo habían hecho por deslaves, una temporada después del incendio.

Además, otros rastros químicos de actividad humana disminuyer­on rápidament­e justo después del evento, indicando que la población humana se había reducido súbitament­e. Estimaron que el incendio había ocurrido entre el año 690 y el 700. La siguiente prueba provino de Francisco Estrada-Belli, arqueólogo de la Universida­d Tulane y otro de los autores del estudio, que estaba realizando excavacion­es en Witzná. Además de la extensa destrucció­n de edificios, encontró una

La violencia contada en sedimentos y textos antiguos.

columna de piedra, o estela, que identifica­ba a la ciudad con el nombre que le habían dado los mayas: Bahlam Jol.

Wahl apuntó que, hasta donde sabe, utilizar datos ambientale­s para vincular las evidencias de registros escritos y de excavacion­es, es algo particular en los estudios de los maya. Si esta es la primera vez, probableme­nte no será la última. “Así es como deberíamos hacerlo”, afirmó Freidel acerca del enfoque multidisci­plinario del equipo.

 ?? A. TOKOVININE ?? Una estela de piedra de un sitio maya en Guatemala tiene una escritura, que registra la “segunda quema” de Bahlam Jol.
A. TOKOVININE Una estela de piedra de un sitio maya en Guatemala tiene una escritura, que registra la “segunda quema” de Bahlam Jol.

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